Página:Sachka Yegulev.djvu/214

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
210
 

todavía queda algo para vosotros... Voy a traeros más. Bastante habéis sufrido del hambre...

Eremey daba las gracias por todos.

¡Gracias, querida! ¡Eres una buena muchacha!

No estuvieron mucho tiempo en la mesa: había que ponerse a la faena. Unos salieron al patio; otros buscaban en la casa los objetos de valor para apoderarse de ellos. Había trabajo para una o dos horas por lo menos: el tiempo de cargar todo en los carros. La propiedad era muy rica y había en ella muchas cosas; pero, según los informes recibidos, por las cercanías rondaban la policía y una compañía de soldados; no había tiempo que perder.

—¿Por qué no buscas algo para ti?—preguntó Kolesnikov, extrañado, a Eremey, que permanecía sentado tranquilamente.

—No quiero—respondió con indiferencia el otro.

Eremey era un hombre muy raro; miembro muy activo de la banda, tomaba parte en todas sus expediciones; pero jamás se aprovechaba de nada por su cuenta, aunque su familia, allá en la aldea, se moría de hambre y a él se le tenía por uno de los campesinos más pobres.

Kolesnikov le riñó:

—Debes pensar en tu mujer y en tus hijos...

Eremey miró a Kolesnikov casi con menosprecio, guardó silencio un instante y luego respondió:

—No te preocupes... No se morirán...

—Su mujer ha estado allí—dijo el marinero—.

Está furiosa porque no lleva nada a casa.