Página:Sachka Yegulev.djvu/246

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
242
 

¡Hay que encender la hoguera!

—No.

—Soloviev me ha ordenado que la encienda—respondió Suchok—. Será lo mejor; tendremos más calor.

Y se puso a buscar por el suelo ramas secas para encender la hoguera.

Alguien empezó a tocar la balalaika debajo del árbol.

—Qué es eso?—preguntó Sacha.

—Vaska quiere bailar. Ha cogido la balalaika de Petruscha... Lo mejor que podías hacer es irte a otra parte añadió Suchok.

Hasta entonces no se había atrevido a tutearle.

—Sí, sería lo mejor que te fueras...; tienen dos botellas de vodka...

—También tú has bebido?

—No; yo no bebo nunca... Quieren hacer un registro; no creen que el dinero lo tenga Basilio.

—Y tú, crees también eso?

Suchok le miró dulcemente y dijo, suspirando:

—Yo no necesito su dinero de usted.

Y cuando se iba hacia su sitio favorito, Sacha oyó otra vez una carcajada y la palabra «canalla, pronunciada con fuerte entonación.

Poco después, a través del ramaje, vió una largacolumna de humo negro y de fuego: era la hoguera que comenzaba a arder. Vaska y sus amigos gritaban y cantaban ebrios.

Sacha no se daba aún cuenta exacta de lo que acababa de suceder, del horror que invadía su alma.

·