pesinos; y para obtenerla se valía de algunos ardides hábiles, aunque triviales. Así, en una aldea donde tenía muchos amigos echó a la multitud de campesinos una gran cartera llena de dinero, lo que provocó una batalla sangrienta entre los presentes; este rasgo dió a Vaska la reputación de hombre desprendido y generoso; otro día, en una aldea se apoderó del alcalde, a quien los campesinos detestaban, y lo mandó azotar en medio de la plaza, ante todo el pueblo; este hecho aumentó su popularidad.
Su banda estaba siempre ampliamente provista de dinero, llevaba una vida muy regalada, pasaba el tiempo bebiendo, bailando y cantando. Nuevos miembros afluían a ella sin cesar, entre los que figuraban a veces «Hermanos del bosque» de Yegulev atraídos por la vida llena de alegría y abundancia de la partida de Soloviev. En una palabra, éste se había hecho tan poderoso, que se jactaba de que le cortaría la cabeza a Yegulev tan pronto como lo encontrara; afirmaba que Yegulev era un barin (1) que engañaba a los pobres y se burlaba de ellos.
Cuando llegó la época de los trabajos del campo la banda Soloviev tuvo también que cruzarse de brazos. Por su parte, los «Hermanos del bosque»» de Yegulev no daban apenas señales de vida. Dijérase que lo que había sido antes no iba a volver a ser jamás. Los días se sucedían vacíos, monótonos, (1) Señor.
