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RETRATOS DE MUJERES an

decía— ¿es posible? ¿es posible que éste sea el final de un amor como el nuestro? ¡Cómo, señora! ¿El enfriamiento, el silencio y después nada? He cometido errores, he tenido de- talles negligentes que confieso y que lloro, pero ¿qué son? ¡Cuánto me los he reprochado y cuánto he sufrido! Yo los hubiera corregido al cometerlos, pero ¡confiaba tanto en vos! Creía en un fuego eterno que purifica. Creía en un abismo sin fondo en donde se amontonaban mis errores. ¡Oh, señora, añadía elevando la voz al pronunciar esta pala- bra, pues había que pensar en la gente, la amistad, el afecto que me ofrecéis siempre para siempre con fidelidad, con una fidelidad en la que creo tan firmemente como nunca, ¡oh! no los desprecio, no los desdeño; mas, juro no pueden bastarme. Me dejan en el vacío y en el desierto después de precedentes dulzuras. Yo no quiero ser amado así, no; y si los obstáculos que separan nuestras existencias cesasen, si el de América muriese mañana en su destierro, yo no que- rría, con esa ternura que me ofrecéis sin pasión, yo no querría una unión continua. No, ¡ser amado como antes o desgraciado para siempre! El recuerdo de la pasión per- dida es más dulce que esa amistad. Me marcharé, haré lejanos viajes y volveré a esta tierra tan llena de vos, y no os volveré a ver más; pero viviré un pasado destruido y mi vida será una desolación eterna y fiel”, Hablando así volvía a ocupar el mismo puesio en el corazón de ella que parecía animarse como en los tiempos de los primeros encantos. Esta naturaleza sensible al lado de aquella otra apasionada aunque en tibiezas, le devolvía tados los rayos de calor que a su vez había tanto tiempo 12=cibido, y él la miraba con los ojos llenos de lágrimas: “Bien, bastante; mañana a las once en Chaillot”, le dijo, y él se retiró con la angustia de los primeros días,

Al día siguiente, a mediodía, con uno de .esos cielos sonrientes que engañan acerca de la estación del año, mar- chaban juntos por las avenidas solitarias y verdes todavía, de un extenso jardín no cultivado y que no albergaba