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ESQUEMA SEXUAL 33

Esta condición se realiza por medio de la circulación placen- taria O segunda circulación.

En la piacenta, los vasos del feto van a ponerse en relación por divisiones arborescentes con las lagunas vasculares del te- jida uterino. No hay comunicación entre los vasos del feto y los vasos de la madre, sino sólo contacto íntimo, siendo a ni- vel de la placenta donde se operan por ósmosis los cambios de materials entre la madre y el feto. Los cambios son, no sólo gaseosos, sino también de otros materiales nutritivos disueltos en la sangre.

La placenta desempeña, pues, las funciones encomendadas al pulmón y al tubo digestivo en el adulto.

A este modo de nutrición corresponde un régimen circula- torio apropiado.

La sangre arterializada de la placenta, por contacto con la sangre de la madre, vuelve hacia el cuerpo del feto por la vena umbilical situada en el cordón. Atraviesa el ombligo y se di- rige hacia el higado, glándula que debe ya desempeñar un pa- pel importante en el feto, dados su volumen y desarrollo pre- coz. Á nivel del hilio del hígado, la sangre de la vena umbi- lical se divide en dos partes: una que va directamente a la ca- va infericr, por el conducto venoso de Arancio y otra que va también a ella, después de haber atravesado el sistema porta intrahepático. El higado recibe también la vena mesentérica, (futura vena porta), pero como el intestino no funciona, es- ta vena no ha adquirido aún su futura importancia. La vena umbilical es la que desempeña el papel de la vena porta. Ella es la que conduce los productos de la absorción a nivel de la placenta .

Una vez en la vena cava inferior, la sangre de la umbilical, se mezcla con la sangre venosa procedente de los miembros in- feriores y de la parte inferior del trenco. Esta mezcla de san- gre arterial y venosa, se vierte en la aurícula derecha, lo mis- mo que la sangre procedente de la cabeza y de los miembros superiores por la cava superior.

De la aurícula derecha, sólo una parte de la sangre es lanza- da al ventrículo derecho y de allí a la arteria pulmonar. No funcionando el pulmón, la circulación pulmonar, que va ligada a la hematosis, no tiene razón de ser. Así es que la sangre que pasa de ese modo a la arteria pulmonar, va directamente a la aorta por un vaso especial: el conducto arterioso que for-