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Página:Salvador Esquema sexual.djvu/67

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ESQUEMA SEXUAL 67

Al mismo tiempo, se marchitan también las demás partes del grupo genital: trompa, útero, vagina. Todo el aparato se- xual queda transformado en una serie de órganos inactivos innecesarios para el cuerpo, porque han desaparecido sus pro- cesos fisiológicos. Hay cambios importantes en las endócrinas y el sistema nervioso.

La piel pierde su elasticidad, se arruga, sufre una pigmenta- ción anormal. La capa de grasa alojada debajo de la picl se desarrolla y a veces se observa crecimiento del pelo. Sobre- vienen trastornos de la nutrición, alteraciones en la circula- ción, transpiración anormal, hiperestesia, cansancio, depresión nerviosa, crisis de lágrimas, jaquecas y diferentes psicosis.

Ahora la naturaleza persigue una nueva finalidad: la des- trucción del crganismo que creó. Cuando desaparecieron los gametos, huyó también “el alma". La mujer que fué bella, es una caricatura grotesca del pasado.

Al desaparecer las funciones sexuales, la naturaleza no sien- te interés alguno por la mujer y ésta contempla la tragedia de su propia ruina. La fisiología de la hembra adquiere signifi- cación negativa. Ella no puede comenzar una existencia nueva.

Sigue viviendo, pero en realidad está muerta.

El despertar puberal ccurre en el hombre más tardíamente que en la niña.

Las eyaculaciones no contienen, generalmente, espermato- zoides hasta los 17 años o después de esta edad. Marañón afir- ma que la virilidad completa sólo se logra entre los 30 y los 35 años.

“El complejo mecanismo de reflejos humorales y nerviosos necesarios para el ejercicio de la libido viril, es una función de lenta organización y sólo se alcanza tardíamente.”

La declinación, el climaterio masculino, sobreviene con mu- cha posterioridad al femenino.

Thorek sostiene que la edad de mayor referencia del clima- terio viril es hacia los 63 años.

Pasados los 40 años, se extinguen definitivamente en el hombre normal las influencias feminoides secundarias.

La pubertad es un fenómeno mucho más complejo en el ni- ño que en la niña. En esta época, el niño adquiere pequeñas tonalidades femeninas.

Por el contrario, el climaterio es mucho más complicado en