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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo III (1819-1820).djvu/10

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SENADO CONSERVADOR

—José María de Gusman. —Señores del Excmo. Senado.


Núm. 6

Excmo. Señor:

Tengo el honor de pasar a manos de V. E. el oficio que en este momento me ha dirijido don Diego Valenzuela, para que, en vista de su relato i del certificado que acompaña, se digne esa honorable corporacion elejir otro individuo que llene sus veces en la Comision a que se le habia destinado. —Dios guarde a V. E. muchos años. —Santiago i Junio 2 de 1819. —José María de Guzman. —Señores del Excmo. Senado.


Núm. 7

Excmo. Señor:

La Comision nombrada para ratear el aumento de la mensualidad desde cinco a quince mil, pesos, en cumplimiento de nuestro cargo i para satisfacer a V. E. sobre los clamores del injusto repartimiento, decimos que para llenar nuestra comision hemos oido a los sujetos mas imparciales i conocedores, cuyos dictámenes decidieron nuestra operacion. No creimos a nuestro alcance otro paso que pudiera asegurarnos, ni hemos tenido libertad de asegurar a cada uno según sus fortunas, porque fuimos mandados triplicar la mensualidad que el Cabildo conocedor habia repartido precisamente por la escala de éstas. Tampoco hemos tenido a la vista otro documento que las listas de la antigua mensualidad, sin que pudiéramos adivinar ni los decretos de excepción ganados posteriormente, ni los de rebajas que aparecen en los reclamos, i de que no podíamos tener noticia ni conocimiento alguno. Así es que se nos acusa con la mayor injusticia i que hoi mismo no estamos en estado de rendir un informe ajustado sobre la pretensión de cada contribuyente.

Estos, o jiran sus peticiones por su simple relato, o acompañan uno que otro documento. En el primer caso, 110 podemos decidir nuestro juicio aunque respetemos su verdad, porque nadie es buen juez en causa propia; i en el segundo, como tampoco podemos examinar esosdocumentos,que padecen sus excepciones como todas las pruebas, también aventuraríamos nuestro juicio. Nosotros, en la esfera de puros comisionados para un rateo, 110 nos liemos creído bastante facultados para oir al Ministerio Fiscal o pedir informes a los Ministros de Hacienda, a quienes únicamente compete, como oficiales públicos, oponerse i pedir contra esos reclamos o documentos; a mas de que si hubiéramos de haber formado un juicio para cada tasa, ni el tiempo ni todas las manos de los curiales eran bastantes para formar esos protocolos. No hemos, pues, Señor Excmo., tenido otro arbitrio que obrar de buena fe por nuestros conocimientos, auxiliados de las esposiciones de personas imparciales i de probidad sobre los que no los teníamos.

Los censos que cada uno reconoce, las deudas i obligaciones que cada cual tiene, la falencia de los negocios que cada uno siente en su casa aunque aparezcan los mas prósperos en el público, el abajamiento consiguiente no solo a las contribuciones pasadas sino al sufrimiento particular de cada individuo, que forman su justicia i se desenrollan en cada memorial, no pudieron estar a nuestro alcance, i ahora mismo presentan un cáos al que hubiere de juzgarlas sin prévia sustanciacion; porque, como hemos dicho, ni puede el hombre decidirse por el aserto del propio interesado, ni aun es compatible ese exámen con la premura de un repartimiento ejecutivo i universal.

V. E . se convencerá fácilmente de estos estorbos si vuelve la vista a los que presentó hasta ahora cada derrama, contribución o préstamo, si recuerda los reclamos habidos en cada una i aun sobre la misma mensualidad que se nos mandó triplicar. Creemos, talvez sin riesgo de equivocarnos, que los gastos de representaciones i valor de papel sellado habrían sido mejor auxilio que algunas de las derramas. Ellas jamas se han llenado ni en su mitad i por baja no ha dejado de ser reclamada alguna; do suerte que los clamores no prueban en verdad esa injusticia que se decanta i que nunca podrá ofender a unos comisionados que solo repartieron nueve mil i mas pesos en lugar de quince que se les mandó, solo porque concibieron insoportable el gravámen de los que hoi los muerden por el repartimiento de los dos tercios escasos.

Finalmente, Señor Excmo., si nuestra buena fe, los mejores deseos i las dilijencias de nuestro alcance no han podido ponernos a cubierto, confesamos a la faz del mundo entero que V. E. ha tenido la desgracia de equivocar su nombramiento honrándonos con el concepto de probidad e intelijencia, que no ha alcanzado al vasto objeto para que nos llamó. El público, imbuido ya de esa idea, nos creerá en cualesquiera informes unos parciales que sostenemos nuestro dictámen, i no habrá providencia que los calme, si no es que V. E., elijiendo otros mas felices, haga rectificar nuestra operacion por ellos con presencia de las reclamaciones.

V. E . esté asegurado que ni nosotros hemos de prostituir nuestra conciencia ni nuestro honor para diferir a ciegas a las pinturas que cada uno ha querido hacer sobre su palabra, ni podemos pasar sin un exámen que no nos es dado por documentos, cuya fuerza pende de antecedentes que desconocemos i cuya legalidad solo puede asegurarse en el crisol de la contradiccion. En cuya virtud, suplicamos a V. E. que, teniendo este in