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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo IV (1820).djvu/194

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SENADO CONSERVADOR

de cajas de moneda, deben sostenerse mas por la circulacion del numerario, que por sus utilidades naturales. I en el dia ¿cómo se halla la circulación de peses fuertes en Chile? Lo cierto es que ellos se introducen brevemente, a disposicion de unas manos que los apetecen solo para sacarlos fuera del Estado. Por reflexiones políticas, no me es permitido esplicarme con mayor estension; pero desde ahora repito i aseguro, que, atacando al ramo de quintos, no hai utilidad para el Gobierno en el banco, del modo que se propone.

Puede darse la denominacion de útilísimo, tomando en todo su sentido el proyecto para presentar grandes utilidades al banquero i sus socios; diré con mas franqueza, probando la proposicion con una cuenta aritmética que, como bien reflexionada, estoi seguro de ella i para que sea mas eficaz, llámese a la vista el espediente seguido, que existe como remitido a la consideracion de la Junta Superior de Hacienda, sobre la plantificacion de los hornos de reverberos; en él se encontrarán las pruebas mas completas de comparaciones con la fundicion por Forneto, obrando en ellas el número de novecientos doce marcos de plata, i éste es el mismo que tomaré por tema para fijar su valor en la lei de 11—22, que es casi el jeneral que producen todas las platas de Chile. Por el mismo fijaré su valor o pago de ordenanza al minero, el de los quintos, costos i gastos hasta presentar las barras al tesoro de la Casa de Moneda i las resultas de la líquida utilidad a favor del banquero.

Los novecientos doce marcos seis onzas de piña refojada a siete pesos, cuestan al Banco
6,389.2
Los mismos reducidos a la lei de 11 dineros forman la cantidad de novecientos ochenta i ocho marcos 6.4, i pagan de quintos
893.5
Sufren de mermas i costos
56.7. 30



7,739.7. 9 ½
Esplicaré con exactitud los costos i las mermas, i así es que los novecientos doce marcos seis onzas, teniendo presente el espediente citado, dieron de merma cinco marcos siete onzas, que a siete pesos, valen
41.1
Por el flete de tierra a siete pesos carga de a dieziseis arrobas
7.7. 30 ½
Por nueve onzas del bocado de ensaye
7.7

 

56.7. 30 ½
I es la prueba de la partida de igual cantidad presentada al márjen del guarismo, i así se manifiesta que exactamente resulta un gasto al banquero encada marco de diecisiete maravedíes. Los relacionados novecientos ochenta i ocho marcos 6,4 en la lei de 11 dineros abona la Casa a ocho pesos dos maravedíes e importa 7,917.6. 04
El premio de un 4% en cada peso 247.3. 08 8,165.1.12½
Líquido a favor del banquero....

825.2.02 ½

Así es visto queda de utilidad libre al banquero siete reales ocho maravedíes en cada marco, que corresponde a once pesos uno tres cuartos reales por ciento, esto es pagado íntegramente el ramo de quintos i, por consiguiente, sin la menor pérdida del Estado; negociacion desde luego digna de ser considerada por cualesquiera negociante que quiera aumentar sus intereses, sin los peligros que sufren otros negocios, pues, en el que se medita no hai riesgo alguno de mar; todo consiste en comprar piñas en el Huasco i remitirlas a la capital para ser amonedadas en los momentos que lleguen. Con un apoderado que reciba i retorne desde la capital es bastante, i cualesquiera oficíal o individuo de la casa, sin excepcion, puede ejecutarlo sin dispendio. Ni hai necesidad en ésta ni en Coquimbo de otro banquero i solo sí en el Huasco, porque allí solo está toda la raíz del rescate, i lo que allí no se venda, no se ejecutará en otra parte; i de este modo se evitan gastos al banco, i ésta es otra economía. Cincuenta mil pesos son bastantes para que jire el banquero; acopiando veinticinco mil en piñas, pueden remitirse en el momento, i es suficiente cantidad de marcos para formar un remache sin necesidad de demora, porque su número costea a la Casa de Moneda para ponerlos en labor, i volverlos en numerario brevemente i puede asegurarse que cuando lleguen al Huasco de retorno, no estarán en piña los veinticinco restantes.

Doscientos mil pesos hacen un bulto que retardan la negociacion para juntarlos; se estarían como inútiles en la caja del banquero i en un año talvez no serian reducidos a piñas, según el estado actual del laboreo de aquel real de minas. Puede mui bien traerse por prueba de esta reflexion el banco que de cuenta de la casa, se plantificó en el Huasco el año 12 con solo veinticinco mil pesos; empezó a jirar con suerte mas