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SESION DE 27 DE OCTUBRE DE 1820



Núm. 628

Excmo. Señor:

Con el objeto de que V.E. se imponga mas prolijamente de lo que permite el papel, del estado actual de estas provincias, así con relacion a la empresa combinada al Perú, como a la contienda de Buenos Aires i Santa Fe, he tenido a bien despachar cerca de V.E. al teniente coronel don Manuel Corvalan, en clase de enviado i con las instrucciones correspondientes. Por los documentos que presentará a V.E. i demas noticias tenidas hasta la fecha, deque va suficientemente instruido, sabrá V.E. que, despues de la gloriosa accion de San Nicolas i del arroyo de Pabon, en que fueron arrolladas las fuerzas de los anarquistas, han recibido las de Buenos Aires algunos contrastes de consideracion, que las han obligado a replegarse dentro de su territorio. Por la deposicion de algunos oficiales i transeúntes que han venido de Santa Fe, i mui en particular lo que judicialmente ha declarado en San Juan el oficial Murillo, compañero de Corro, que se ha tenido la fortuna de aprehender, don José Miguel Carrera piensa verificar su consabida empresa de trastornar esa República en la presente cordillera. La provincia de Cuyo muestra en el dia la mejor disposicion para oponerse a sus miras; pero la desanima la falta de armamento i otros artículos de guerra; pues, ademas de haber sido siempre escasos, en la reciente espedicion a San Juan se ha esperimentado una pérdida e inutilizacion considerable, que es imposible evitar en tropas milicianas. Así es que, del armamento de caballería, justamente el mas necesario para tales operaciones, apénas hai en esta sala de armas (la mas abastecida de toda la provincia), doscientos sables i poco mayor número de tercerolas. Si V.E, haciendo un esfuerzo, pudiera auxiliarme con éste i otros artículos, de cuya necesidad impondrá el teniente coronel Corvalan, ya aseguraría a V.E. i a esa República de la inutilidad de los esfuerzos de Carrera. Espero, por lo mismo, que habiendo disminuídose sus atenciones con la marcha de la espedicion, pueden ser asequibles i prevenirse los resultados de la intentona de Carrera. —Dios guarde a V.E . muchos años. —Mendoza, Octubre 12 de 1820. —Excmo. Señor. —Tomas Godoy Cruz. —Excmo. Señor Supremo Director de la República. —Es copia. —Zenteno.


Núm. 629

Excmo. Señor:

La suerte de las armas es variable i los acontecimientos a las veces inesperados. No ha corrido mucho tiempo en que V.E. i este Gobierno tuvieron la plausible noticia de la completa derrota de los anarquistas, i hoi me sorprende saber que el ejército de Buenos Aires ha esperimentado igual contraste en las chácaras del Gamonal, territorio de Santa Fe, i triunfado las armas de los vándalos. No puedo, Señor Excmo., sino con impresion dolorosa considerar las vidas de tantos hermanos que se sacrifican al capricho de la ambicion, sostenido con tanto ardor por los aspirantes a la ruina de la América, despues de diez años de inauditos trabajos i sacrificios, cuando tan preciosa sangre debia destinarse para destruir al enemigo común. Este acontecimiento de tanto trastorno para los progresos de la libertad i la vicisitud a que está espuesta la suerte del gran pueblo de Buenos Aires, arrebatan la atencion i cuidados de los Gobiernos de esta provincia, para ponerla en un estado respetable, o al ménos, de una defensa capaz de resistir las criminales empresas de aquellos horrorosos caudillos, cuyos tiros asestan contra esa República, siendo estos pueblos el baluarte que primero los ha de recibir i hacerlos sufrir el escarmiento de su crímenes, resueltos a sacrificarse ántes que permitir hollen su quietud i tranquilidad. Si ántes se ha recelado que todas las aspiraciones del proscrito José Miguel Carrera i de sus inicuos secuaces se dirijen a usurpar la posesion i los sagrados derechos de esa benemérita República, hoi tiene este Gobierno mayor certidumbre i convencimiento. El ex teniente coronel del disipado batallon número 1 de cazadores, don Pablo Murillo, ha sido sorprendido al regreso de la entrevista con el anarquista Carrera, a que, como uno de su liga, lo envió el alzado Corro para intimar sus relaciones i combinación de sus planes; i me asegura que aquel americano protervo no desiste de sus insidiosos proyectos, ni que debo dudar que intenta en todo el verano invadir i posesionarse de esta provincia.

Amenazada de este peligro, es imprescindible, para destruir a este tenaz enemigo en concurso i union de los tres pueblos que la componen, que éste de mi mando sea auxiliado en tiempo con todos los auxilios de guerra que a V.E. tengo pedidos i con alguna suma de dinero, por el estado de indefension i pobreza a que lo han reducido los sacrificios. V.E., penetrado de la importancia de este asunto i de las ventajas que han de refluir a esa República, confio sea esta la ocasion en que despliegue su jenerosidad en obsequio de la union, amistad i recíproco Ínteres. —Dios guarde a V.E. muchos años. —San Juan, Octubre 5 de 1820. —Excmo. Señor. —José Antonio Sánchez. —Excmo. Señor Supremo Director de la República. —Es copia. —Zenteno.


Núm. 630[1]

Excmo. Señor:

Existen en mi poder cartas i otros documentos de don José Miguel Carrera, residente en Mon

  1. De este oficio se dio cuenta en la sesión del 17 de No