mo padre Torres puede ser útil, empleando su elocuencia en manifestar la justicia del presente sistema, su necesidad i ventajas, se le encarga que las predique i enseñe en los pueblos que transite para restituirse a su destino, que excite a otros a imitarle i que, sobre todo, dé los avisos que tenga por oportunos.
Anexo A
El notorio celo con que V. P. R. ha esplicado los principios que sirven de base al presente sistema de gobierno, la imperiosa necesidad que ha obligado a adoptarlo como el único medio justo i seguro para conservar intacta nuestra santa católica relijion, para defender estos dominios de los ataques o seducciones estranjeras, de manera que siempre permanezca en ellos el amor i lealtad a su lejítimo soberano, el desgraciado Fernando VII, i sirvan de asilo a los españoles que, por seguir su causa, pierdan sus hogares i propiedades, todo esto ha persuadido al Congreso a que debe aprovecharse de un órgano tan recomendable para la propagacion de estas verdades en los pueblos i campos que va a transitar V. P. para trasladarse a su destino de prior de la Concepcion; i así le encarga, con el encarecimiento que exije una materia tan importante i con la confianza que tiene de su probada actividad, que no solo predique, sino que persuada a que otros le imiten en el ejercicio de un ministerio que en las circunstancias presentes se hace mas que nunca útil a la paz, a la union, a la fraternidad i demas virtudes que constituyen a un buen cristiano i un ciudadano fiel.
En vista de ésta, deberán auxiliar a V. P. los párrocos, los prelados i tambien los majistrados; i espera el Congreso que le comunique incesantemente las ocurrencias de este encargo i le dé los avisos para repetir otros semejantes a personas dignas de él. —Dios guarde a V.P.R. muchos años. —Sala del Congreso i octubre 14 de 1811. —EL CONGRESO. —Al R.P. frai José Torres, prior del convento de predicadores de Concepcion.