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32 CONGRESO NACIONAL

do; por el contrario, estamos satisfechos de su integridad, celo i pureza en su manejo; pero como el trascurso del tiempo puede conducirla a individuos que abusen de la obligación de buenos ciudadanos, tendrán éstos un vasto campo para el contrabando, escudados en el envasamiento de las especies estancadas, que tan oportunmente en ellas se les proporciona.

Hemos dicho lo que nos ha parecido conveniente, en cumplimiento del deber que nos impone su apreciable nota de 4 del corriente. Con este motivo, tenemos el honor de saludar a US., ofreciéndole nuestro mas distinguido aprecio i respeto. —Tesorería Jeneral, Santiago, Setiembre 5 de 1826. —José Ramón de Vargas i Verbal. —Nicolás Marzán. —Señor Secretario del Congreso Nacional Constituyente.


Núm. 45

Los abajo firmados, en contestación a la nota de US., fecha de ayer, en que se nos pide informe sobre los medios o arbitrios que puedan subrogar el estanco en caso de rescindirse la contrata con los empresarios, i sobre todo lo que creamos necesario para ilustrar a la Comision de Hacienda en este importante negocio i en cuanto le sea anexo, esponemos: que si el Soberano Congreso tiene a bien de sacar el estanco de manos particulares por la alarma con que están los pueblos contra ellos o por cualesquiera otros motivos, nuestra opinion será siempre de que el estanco no sea estinguido absolutamente, i que continúe en administración fiscal. Sabemos, i todo el mundo confiesa, que no será tan bien desempeñado como en manos de particulares; pero de todos modos será una renta productiva.

Grítese como se quiera, el estanco es la contribución mas llevadera e insensible, i que sobre cualquier otro gravámen tiene la ventaja de serlo de unos artículos de puro lujo, como recomiendan para tales casos los mejores políticos económicos, i cuyo uso o consumo es absolutamente libre, pues el que no quiera sufrirlos puede dejar de fumar, beber licores estranjeros, jugar naipes, etc., sin que sea obligado por nadie.

Los que suscriben tienen la franqueza de opinar que la mayor parte de los que declaman contra el estanco son movidos por algún motivo ménos noble: unos no pueden tolerar las grandes ganancias que suponen reportar los empresarios de este negocio, i otros no tienen bastante virtud para sofocar ideas ficticias. Hablando imparcialmente, el estanco solo sirve de pretesto para batir a los empresarios; mas, la guerra es contra ellos, no contra el estanco, i sentado este principio nos atrevemos a predecir que en el momento que se trasladen al Fisco, callarán, etc., conformándose desde entonces con él.

Si el Congreso Nacional echa por tierra una vez este establecimiento, será ya imposible restablecerlo cuando se toque el desengaño, i pensando sériamente en el arreglo i formación de la Hacienda, se conocerá la necesidad de esta medida.

Se observará dificultades casi insuperables para plantear en el país la contribución directa, que nunca ha tenido buena acojida en ninguna parte, teniéndose a bien suspenderla i mucho mas cuando toca inmediatamente a las personas mas conexionadas que influyen insensiblemente en la jeneralidad.

Las importaciones están gravadas de modo que ya no pueden recargarse, i ménos en una época en que, por el desorden, relajación i falta de moralidad i respeto a la lei, es necesario quitar todo incentivo al contrabandista.

El valor de los diezmos irá bajando en proporcion que se vaya perdiendo el prestijio o que el agricultor se persuada que es ya una renta nacional que sin gravámen de conciencia puede defraudarse, como se defrauda la alcabala i demas derechos, cuya institución es obra solo de la potestad civil.

Estas causas i las últimas resoluciones del Gobierno que franquean la libertad de abstraer las partes, han reducido la Casa de Moneda a un estado de nulidad. Esta renta que, según los mejores políticos, no fué formada para sacar de ella grandes utilidades, i sí para que arroje de su seno mucho numerario, que en su circulación produzcan los pactos i post-pactos mercantiles; i de aquí los grandes derechos al Estado, según aseguran Say, Necker, Foronda i Campillo. Hoi vemos el ningún tráfico de los productos de ella, i los de nuestra agricultura han hecho también nulos los derechos de estraccion. No observamos que se trate de una reforma civil ni militar, i principalmente balancear los gastos con las entradas, i en el caso de ser aquellos tan necesarios que no podamos subsistir sin ellos, no se ve ocurrir arbitrio alguno que llene el déficit, al paso que no divisamos uno solo que pueda cubrir nuestro crédito esterior de una manera segura e indefectible i que éste debia ser esencialmente el primer paso ántes de perder una renta que puede cancelar el crédito mas grave de la Nación chilena. I cuando todo esto sucede ¿se pensará obstinadamente en la estincion completa del estanco, despues de haber establecido afortunadamente? ¿Se dejarán perder fríamente este sinnúmero de fatigas, desvelos i sacrificios que ha costado su establecimiento i solo ha podido vencer el interes particular de los que lo emprendieron? ¿Cuáles son las razones que se presentan contra su permanencia? Se dice que pugna contra los principios de libertad proclamados. Sin duda, Colombia, la República del Centro i Méjico, donde subsiste el estanco, estarán rejidas por monarquías despóticas i por principios mui mezquinos. Ciertamente que ésta es la impugnación mas