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322 CONGRESO NACIONAL

Núm. 395 [1]


PROCLAMA
El Presidente de la República a los habitantes de Chile

Compatriotas:

El traidor O'Higgins que, con tanta perfidia arrebató de las manos de la Patria el precio de los heroicos sacrificios que acababa de hacer conquistando el Archipiélago de Chiloé, para poner a sus hijos bajo el glorioso estandarte de la libertad i anonadando allí las últimas reliquias del dominio español, se acelera, despues de haber empleado todas las artes de la perversidad, de la intriga i de la seducción, a poner en planta el proyecto que largo tiempo hace revuelve en su mente, dirijido a la usurpación del mando supremo de la Nación, al que recientemente he sido elevado por la voluntad de sus representantes.

Cuando me preparaba, en armonía con el Congreso Constituyente, en promover todos los medios de felicidad de que nos ha privado una lucha de quince años; cuando este Cuerpo respetable se contraía con el mas asiduo empeño a echar los fundamentos de una Constitución que afianzase para siempre nuestros derechos i libertades; cuando en fin, despues de las deshechas tempestades que nos han aflijido durante aquel período, debia aparecer para nosotros el iris de la paz i concordia, entónces es cuando aquel monstruo indigno del suelo que le vió nacer, sin respeto a la dignidad de la Nación, menospreciando su voluntad, hollando sus fueros i teniendo en nada su soberanía e independencia, nos amenaza de nuevo con el yugo de hierro que por tanto tiempo pesó sobre nosotros, fiado en algunos recursos de tropas estranjeras enganchadas a gran costo, i mas que todo, en las infames tramas de sus partidarios. Una falaz proclama dirijida a los habitantes de la República, es la primera medida que emplea para allanar con mentidas promesas de fidelidad i con el lenguaje mas hipócrita e insidioso, los obstáculos que creen deber oponerle el incontrastable heroísmo i lealtad acendrada de los pueblos.

Compatriotas, abandonemos, pues, el reposo de la paz, preparándonos a una guerra no ménos justa que la que con tanta gloria sostuvisteis contra los enemigos de nuestra independencia. Vuestro jefe os acompañará en vuestros sacrificios, en los peligros que arrostrareis, en las calamidades que sufriéreis. Que ese tirano tiemble al aspecto de vuestro valor i virtudes i que sus viles satélites marchen a colocarse en las filas de los hijos espúreos de la Patria. Huyan de una vez de nosotros i perezcan al ménos como los soldados de Catilina ante la cuchilla vengadora de la lei, o tal vez la involuntaria indignación de los buenos patriotas, termine su mísera existencia; pero ¡nó! Son cobardes, i ellos no manejan mas armas que las de la alevo í t i la intriga. La vijilancia del Gobierno bastará para aterrarlos.

Conciudadanos ¡a la armas! El dia de la venganza se acerca, i obtenida al cabo de nuestros jenerosos esfuerzos, por el valor que inspira la justicia de nuestra causa, disfrutareis tranquilos, libres de tiranos i traidores, la dicha a que sois por tantos títulos acreedores. —Santiago i Agosto 7 de 1826. —Vuestro compatriota, Manuel Blanco Encalada.


Núm. 396

El Ministro de Hacienda tiene el honor de acompañar al señor Secretario del Congreso las copias de documentos relativos al estanco, que le han sido pedidas para los fines que se crean convenientes.

El Ministro de Hacienda aprovecha esta ocasion para ofrecer al señor Secretario sus sentimientos de respeto i aprecio. —Santiago, 5 de Agosto de 1826. —M. J. Gandarillas. —Al señor Secretario del Congreso Nacional.


Núm. 397

Una contrata vinculada al jiro de diez años i cuyas obligaciones, por nuestra parte, son poner en Lóndres trescientos cincuenta i cinco mil doscientos cincuenta pesos anuales, cinco mil, también anualmente en la Caja Nacional de Descuentos i abastecer a toda la República de tabacos, licores estranjeros, naipes i té, deja conocer por sí misma la grandeza i multitud de negociaciones, distribución de fondos, empresas i anticipaciones que deben prepararse para poseer oportunamente estos artículos en sus respectivos destinos, i el acopio de especies i numerario para evitar las continjencias en dichos diez años. La organizacion i arreglo de unos ramos que, sobre la jeneralidad de su consumo, han sido habitualemente los mas espuestos al contrabando, a los fraudes i quiebras de administradores i estanquilleros, i sobre todo a producirse i cosecharse en cualquier punto del Estado, también hace comprender la multitud de gastos i fatigas que deberán emplearse en tantos dependientes asalariados, de probidad, para su distribución, vijilancia i custodia. Negocio de esta naturaleza en un país de escasísimos recursos, solo pudo emprenderse contando con la protección mas decidida del Gobierno, i con las garantías mas inviolables i sagradas de la Nación. En efecto, un Congreso Nacional, el mas solemne, i un Senado Lejislador i Conservador decretaron i garantieron esta em

  1. Este documento ha sido trascrito del volumen titulado Papeles sueltos, volumen XIX, pájina 66, del archivo de la Biblioteca Nacional. (Nota del Recopilador.)