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CONGRESO NACIONAL

asistir ni tomar parte en las deliberaciones sin causar gravísimos males a la República, a la opinion moral del mismo Congreso i a la reputación que ha procurado conservar siempre; con tal que, como una cuestión preliminar i prévia a todo esto, no se decida sobre la lejitimidad o ilejitimidad de su elección. El que suscribe no trepidaría en hacer el sacrificio de su amor propió sufriendo el ridículo de ocupar una o dos veces el asiento de esa Sala para retirarse inmediatamente que se le declarase Ilejítimo, pero no puede convenirse, como ha indicado, en tener parte en la repetición de nulidades, que necesariamente deben interponerse de todos los actos i resoluciones en que hubiese intervenido i del atraso, enredo, desconcepto del Congreso i demas fatales consecuencias que traeria inevitablemente este primer paso.

El que suscribe ha creido de su deber esponer sucintamente a esta Augusta Representación los motivos de su no asistencia por las consideraciones i respetos que le son debidos, igualmente que por la satisfacción que se halla obligado a dar a sus comitentes i aun a toda la República.

Con este motivo, tiene la honra de protestar a los señores representantes del Congreso los sentimientos de su mayor sumisión i respeto. —José Antonio de Huici.


Núm. 64

Señor:

La notoria decadencia de mi casa, la necesidad de salvar los restos de su fortuna i la urjente de auxiliar a un padre anciano que, cediendo a sus achaques i trabajos, me exije imperiosamente este deber, me han obligado a encargarme de sus intereses i negocios que su misma posicion i otras concurrencias han aumentado i hecho mas difíciles i complicados. Este cuidado, que absorbe todo mi tiempo, descansa solo sobre mí sin que ninguno de mis hermanos pueda subrogarme, por no estar instruidos en aquéllos ni conocerlos. Actualmente me ocupan algunos de gravedad que dependen de momentos tan precisos que se perderían irreparablemente si los dejase pasar.

Esta situación me pone en la dura alternativa de no poder admitir la representación con que me ha honrado Rancagua, sin que renuncie a deberes i obligaciones tan preciosas o descuide las que me impone el alto encargo a que se me llama. Yo convendría en que se me podria exijir este sacrificio, el único que podia desempeñarlo; pero cuando la Patria abunda en tantos dignos ciudadanos que, haciéndome conocidas ventajas en luces, esperiencia, virtudes i conocimiento de los negocios deben servirla con tanta utilidad a la causa pública, parece que no podrá exijírseme sin agravar la equidad.

No creo que se me haga la injusticia de pensar que exajera esta relación el mezquino deseo de eludir el trabajo. Seis encargos públicos que sirvo gratuitamente, con el celo que es notorio, contestarán sin replicar al que se atreva a hacerme esta injuria; pero, si aun se quisiese prueba mas calificada, podrá servir el juicio del Senado Conservador, que tuvo por bastante los motivos espuestos para exonerarme del cargo de Director del Banco de Descuentos que, se sirvió confiarme el Soberano Congreso de 823. Estas razones me hacen esperar de la justificación de la Representación Nacional que se servirá admitir la dimisión que hago de la que se me ha encargado, llamando a su seno al que debe subrogarme. —Francisco García Huidobro.


Núm. 65

El Congreso Nacional, en sesión de ayer 5, ha aprobado la propuesta de Ud., que han hecho los señores para primer oficial. Me complazco en anunciarlo a Ud. i asimismo espero que no se negará a hacer este servicio a la Patria, de que ya se ha dado cuenta al señor Director. Con esta misma fecha, se avisa al Rector del Instituto para que su plaza no se declare por vacante sino que puede servirla del modo que encuentre mas conveniente. Tengo el honor de comunicarlo a Ud., reiterándole los sentimientos de mi mayor aprecio. —A don Domingo Amunátegui.


Núm. 66

El Presidente del Congreso me ordena, por Secretaría, haga presente a Ud. la elección que se ha hecho de don Domingo Amunátegui para primer oficial, a fin de que su plaza en el Instituto no se le declare vacante. —Tengo el honor de comunicarlo a Ud. reiterándole los sentimientos de mi aprecio i afecto. —Al Rector del Instituto Nacional.


Núm. 67

El Presidente del Congreso me ordena, por Secretaría, haga presente a Ud. la elección que se ha hecho de don Francisco Ramos para dficial taquígrafo de esta Representación, a fin que su plaza no se le declare vacante sino que la desempeñe cuando lo tenga por conveniente. —Tengo el honor de comunicarlo a Ud., reiterándole los sentimientos de mi mayor aprecio. —Al Rector del Instituto Nacional.