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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XI (1824-1825).djvu/241

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SESION DE 8 DE MAYO DE 1825

ANEXOS

Núm. 342

Señor:

Dirijo a la Representación Nacional las cuatro adjuntas representaciones de los cuerpos de esta guarnición que, por el conducto del jefe jeneral de las armas, se me han remitido para que las eleve al Congreso.

El Delegado del Gobierno Supremo cree que la sabiduría i justificación de la Sala dulcificará los sentimientos que en ella se espresan, con la satisfaccion que los jefes i tropa conservarán el honor, subordinacion i virtud que hasta hoi les han sido característicos.

Saludo al Congreso Nacional con mi mas alta consideración i respeto. —Santiago i Mayo 8 de 1825. Francisco R. de Vicuña. —A la Representación Nacional.


Núm. 343

Señor Director Delegado:

Las cuatro representaciones de los cuerpos de artillería, números 7 i 8 i el rejimiento de cazadores a caballo, que han dirijido los señores coroneles que les mandan, tengo el honor de elevarlas, con los oficios acompañados, al conocimiento de V. E.

No puedo ménos de hacer presente el dolor que me oprime el ánimo al ver que la oficialidad del ejército se halle jeneralmente ofendida, i que seguramente se hayan combinado para representar por las consecuencias, que son siempre consiguientes al hacer común una ofensa i representarla en comunidad. La Ordenanza prohibe sériamente que se dirijan ni admitan representaciones de oficialidad por el agravio de uno o mas, haciéndolo trascendental a todos. Pero no estamos en este caso, por lo que me veo en la precisión de elevarlas a V. E., o para que las dirija a la Representación Nacional como lo piden, o que V. E. resuelva lo que considere conveniente.

Si uno o dos cuerpos solo hubiesen dado este paso, desde luego habria evitado darle curso, procurando amainar los ánimos exaltados; pero, habiéndose perdido el equilibrio por haberlo hecho, puede decirse todos, la prudencia dicta satisfacer a los interesados dando el curso que piden sus instancias. Por otra parte, V. E. sabe las escaseces en que los cuerpos se hallan, que no hai motivos mas poderosos para el aburrimiento que la miseria, i en esta triste situación, verse ofendidos en la Representación Nacional, cuando de ella debian esperar la recompensa de los sacrificios que han hecho en la guerra por la libertad de la Patria, se han visto precisados del dolor i sentimiento a manifestarlo; pues no hai duda que el que padece le es de consuelo el quejarse.

Para evitar todo resultado desagradable, he dado las mas estrechas órdenes a los jefes para que velen de dia i noche sobre la observancia de la mas rigurosa disciplina en sus cuarteles, i que se prohibe a la oficialidad que vierta en presencia de la tropa espresion que indique siquiera alusión a la queja, ni a los recursos entablados, i que de cualquier incidente se me avise, para tomar las providencias que convengan i participarlo a V. E.

Dios guarde a V. E. muchos años. —Excmo. Señor. —Luis de la Cruz.—Excmo. Señor Director Delegado.


Núm. 344

Tengo el honor de acompañar a US. la adjunta representación que hacen los oficiales del batallón de mi mando que, a pesar, señor, de la satisfacción que tengo en el espresado batallón, no dejo de ver con bastante sentimiento trascender males por la imprudencia de un representante de la Nación; i que los demás quedasen en silencio a esas voces, cuando no se hallan los recursos necesarios para remediar la notable miseria en que nos hallamos envueltos, a lo ménos valerse de la prudencia, tan familiar a los hombres bien educados. US., tomando en consideración todo lo espuesto, espero le dé el curso que hallase en justicia.

Dios guarde a US. muchos años.—Santiago, Mayo 5 de 1825 —José Rondizzoni. - Señor Comandante Jeneral de Armas, Mariscal de Campo, don Luis de la Cruz.


Núm. 345

Señor Coronel:

Los señores oficiales de este batallón, con el debido respeto a US., esponemos: que, a pesar de la debida subordinación que siempre ha sido manifiesta i que jamas nos separamos de ella, hoi dia nos es indispensable hacer presente a US. lo siguiente: hasta ahora se han agotado todos los recursos posibles para mantener la moral del soldado. Pero, señor, desde el dia 1.º de Enero hasta la fecha, no ha sido ajustada la tropa; el crédito de US., no ignoramos que se halla empeñado para dar que comer muchas veces al batallón, vestirlos i calzarlos; nosotros sin nuestros sueldos, perecemos; se nos habia dado el consuelo que se iba a ajustar i pagar el ejército; pero, cuál fué nuestra sorpresa cuando algunos de nosotros hemos oido el discurso de un representante de la Nación, llamado don Cárlos Rodríguez, en la Sala del Soberano Congreso, decir cuando se reclamó se atendiese a los militares,