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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XVIII (1829-1830).djvu/468

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CONGRESO DE PLINIPOTENCIARIOS
  1. los edificios que se hagan de cuenta pública, a beneficio de la Villa al pago de capital e intereses que reciba para hacer esas obras i mejoras de la Villa.
  1. En el Monte de Piedad, a mas de los libros necesarios al establecimiento, habrá un libro mayor, donde se sienten las partidas de propiedad de cada casa que se dé a los pobladores, firmada por el interesado a quien corresponda
  2. Un certificado de esta partida i propiedad dado por el Director del Monte sin costo alguno al agraciado, servitá de escritura pública a cada poblador.
  3. Este Monte, cuando prospere i le convenga, pondrá en las villas i ciudades de la República sus corresponsales, dependientes; i su moneda de cobre i manufacturas para cambiar por hilados i lo mas que necesite, los de otras poblaciones quieran permutar.
  4. El Director nombrará una junta de beneficencia, compuesta de les sujetos mas virtuosos i trabajadores de cada barrio de la Villa.
  5. Los nombrados harán de jueces de paz, de inspectores de moralidad, policía, fábricas, literatura, agricultura i lo mas que prescriba el reglamento que se dictará a su tiempo por la misma junta de beneficencia.
  6. Habrá tambien señoras mujeres en la junta de beneficencia para la inspeccion de las de su sexo.
  7. Se pondrán también en el reglamento los premios mensuales que deben darse a las personas que mas se distingan, cuando los adelantamientos del Monte sufraguen para esto.
  8. Tendrá el Monte de Piedad, como en otros países, los privilejios que se digne concederle este Supremo Gobierno.

UTILIDADES DEL MONTE DE PIEDAD

Tendrán ocupacion lucrativa en las fábricas los niños, mujeres, ancianos i otras personas que por su debilidad no son capaces de las labores del campo: esta providencia aumenta al Estado tantos individuos cuantos ocupa, pues antes solo consumían i no producían.

Los jornaleros i otras jentes tendrán ocupacion todo el año en los dias de aguacero, medios dias o ratos que no quieran o no puedan ir al campo porque haciéndose a tarea o tanto por libra cardar, escarmenar lana, tascar, rastrillar cáñamo i lino e hilar estas materias, a toda hora del dia podrán trabajar; de modo que aun las muchas personas que vienen de las provincias del sur a buscar qué comer en la capital en los inviernos i carestías, de paso encontrarán hospedaje i sustento por su trabajo, pues el camino pasa por la plaza de la Villa donde estarán las fábricas.

La poblacion se aumentará mucho, porque los matrimonios serán tan frecuentes como ahora son raros: pues el soltero, que observa si se casa se hace de una carga que no puede soportar; mas en la Villa, ganando por una parte el marido, por otra los hijos i mujeres en los ratos desocupados, vivirán felices los casados, i atraídos de la conveniencia los solteros, se casarán, i tendrán numerosa sucesión, seguros que cuantos mas hijos tengan tantos brazos aumentarán que ganen.

Las costumbres se mejorarán, pues teniendo las mujeres en qué ganar decentemente su sustento, no se prostituirán, ni quedaran sin casarse dos partes de ellas, como sucede en el dia.

Haciéndose con el tiempo efectivas estas providencias en la villa de San Bernardo, se estenderán a todo el Estado, i ganará mas que si trajera de fuera doscientas mil personas; pues hacer útiles otras tantas i mas, que consumen i no producen, es la mas importante adquisicion i Conquista.

Sin consumo o cambio de los artefactos por otros menesteres no pueden sostenerse los fabricantes: no habrá esto si no se visten los fabricantes de las manufacturas de la Villa, lo mismo que los demás pobladores.

Tambien es cosa fácil, porque la dificultad consistía en los primeros cambios de los hilados i uso de los tejidos; mas facilitándose esto en el Monte, queda vencido el embarazo; i como no pueden lograr sitios, ni los demás privilejios del Monte sin sujetarse i cumplir esta condicion, se hará moda, de la necesidad; e introducida ésta, todo se rinde.

Es igualmente el mayor fomento de las fábricas, porque el artesano por su subsistencia, i el consumidor que quiera jéneros mas finos, cooperarán a la par al adelantamiento i mejora de los efectos; estando ciertos que pueden lograr aun paños de primera; pues residen en el país don Gregorio Dañin, que aquí los ha hecho i don Santiago Heist, que puede hacerlos; i éstos servirán de modelo en la Villa.

No se hace tampoco injuria a los pobladores en que compren acaso de mas precio jéneros de inferior calidad que los estranjeros; pues entrando en esta sociedad, se condonan mutuamente el exceso que hubiese con la seguridad que en adelante se mejorarán i saldrán baratos, como ha sucedido en todas las naciones que despertando de su letargo, han hecho propios de sus fábricas los efectos que ántes les vendían los estranjeros; teniendo el dulce placer que con un pequeño sacrificio ha sacado de la miseria a millares de compatriotas de todos sexos i edades, pues una preocupacion fatal habia fascinado a los chilenos para que no viesen que mantenían a su costa millares de familias estranjeras que los visten, dejando perecer otras tantas indíjenas por falta de recursos en las fábricas.

No es preciso demostrar la utilidad de que se vistan las tropas de Chile de efectos del país, pues siendo en todo el mundo civilizado un axioma inconcuso, que no puede prosperar un