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CONGRESO CONSTITUYENTE

ni la impavidez de un miserable boticario, ni ménos la lengua viperina de un aventurero, que todos exceden en crímenes al facineroso Pincheira.

Si mi educación i respeto al cuerpo representativo a quien tuve el honor de pertenecer, hicieron siempre marcar mis palabras con la moderación debida, entiendan mis enemigos, que son diez diputados [1] de los diez i siete que me condenan contra trece [2] en favor de mi causa,que apesar de sus necios insultos jamas abusaré de la sagrada libertad de imprenta en la polémica a que los invito. La cuestión es del mayor Ínteres nacional, i los pueblos esperan impacientes la publicación de los documentos de la lojia, que he protestado escribir a mi regreso a Santiago. En vista de ellos i del agravio inferido al pueblo de Lautaro en mi persona, decidirá el juicio imparcial de los hombres honrados. —Valparaíso, Junio 23 de 1828. -Nicolás Pradel.


Núm. 120

AL TRIBUNAL PUBLICO[3]

Apénas comenzó el suelo chileno a disfrutar los sacrosantos derechos de libertad, apénas empezaron sus habitantes a elejir sus diputados para instalar la augusta Asamblea Constituyente, en la que debia dictarse, discutirse i sancionarse el código que iba a rejirlos; i apénas, en fin, cada uno miraba de cerca representada su soberanía en la sociedad, cuando un furioso huracan levantado desde las cavernas de una lojia liberticida, i fomentado en casi todos los pueblos, por varios aspirantes i bajos intrigantes bien conocidos por autores de la disolución del Congreso del año 26, hizo desaparecer toda la brillantez de aquella perspectiva i sofocó el libre uso de su soberanía. Reunidos en la capital de Santiago, bajo el rito masónico, se constituyeron i denominaron VENERABLES; hicieron prosélitos logrando sorprender a algunos ciudadanos patriotas i ganaron a un hombre vil e intrigante para ponerlo a la cabeza de sus maquinaciones i maldades. Instituyeron al fin la lojia de conjurados, i en sus primeras reuniones nocturnas brindaron con la presidencia de la República al jeneral don Joaquin Prieto, quien despreció altamente esta alentatoria oferta [4] : prometieron empleos i beneficios esclusivamente a los iniciados para tomar ascendiente sobre los incautos ambiciosos, i he aquí como solos unos pocos hombres levantados de la nada, forman la ruina de la Patria, i se presentan a profanar el santuario de la Representación Nacional. ¡Pobres pueblos en tales manos!. . .

Comprometido ante los pueblos de la República i sus representantes, a hacer la pública manifes- tación de los documentos incontrarrestables, que acreditan la existencia de esa LOJIA compuesta por varios diputados del actual Congreso [5] llega el caso de verificarlo, i al efecto nada mas recomiendo a mis conciudadanos, que el detenido exámen que ellos exijen, dejando a su justo criterio la multitud de consecuencias que suministran. La causa es la mas importante en sí misma: envuelve el objeto de todas las libertades públicas, presenta la materia, que comprobada en el juicio público, debe ser sostenida con el último de los sacrificios; i en fin, trasforma en una demostración matemática, el interesante servicio que, a costa de mi tranquilidad, i a peligro de mi existencia, he tenido el placer de presentar a la nación entera. Espero con tranquilidad el fallo de tan respetable e ilustrado tribunal i desprecio las acriminaciones injustas de mis enemigos, porque estoi bien abroquelado en mi conciencia i patriotismo. Por el bien de mi Patria, aun la muerte me será dulce: no deseo mas que la conservación de la República chilena.

Copia de los documentos orijinales de la "Lojia", que existen en mi poder i que protesto presentar ante cualquier tribunal para satisfacción del individuo que desee verlos.

Oficio de don Francisco Fernandez, de su puño i letra, a la lojia de aprendices, luego que fué electo VENERABLE.

  1. Don Francisco Fernández, el canónigo Julián Navarro, don Santiago Muñoz Bezanilla, don José Maria Novoa, presbítero don Blas Reyes, don Joaquin Prieto, don Melchor de Santiago Concha, don Manuel Araos, don Pedro Prado Montaner i don José Tomás Argomedo. La vergüenza hace el crimen i no el cadalso.
  2. Entre estos individuos el coronel don Enrique Campino, don Martin Orjera, don Melchor Collao, que pertenecieron a la lojia. Un documento fehaciente que se publicará a su tiempo comprobará la separación de estos honrados chilenos.
  3. Papeles sueltos, años 1817-1828, pajina 166, Biblioteca Nacional, tomo 3.º—(Nota del Recopilador.)
  4. Compruébase este hecho con la esposicion de don Miguel Collao en Valparaíso, ante el comandante del resguardo don Rafael Freire, comisario de marina don José del Carmen Almanche, i el diputado don Ignacio Molina.
  5. Don Francisco Fernandez, diputado por Valparaíso. El canónigo Julián Navarro, diputado por Elqui. Don Santiago Muñoz Bezanilla, diputado por Casablanca. Don José Maria Novoa, diputado por Cauquenes. Don Blas Reyes, diputado por Santiago. Don Joaquin Prieto, diputado por el Parral. Don Melchor de Santiago Concha, diputado por los Andes. Don Manuel Araos, diputado por Cauquenes. Don Pedro Prado Montaner, dipulado por Osorno. Don Rafael Bilbao, diputado por el Huasco. Don Rafael Bilbao, diputado por San Cárlos. Don Martin Orjera, diputado por la Ligua 1 * Don Miguel Collao, diputado por los Anjeles / (*) Estos dos diputados comprobarán ante el público su separacion de la LOJIA con los documentos necesarios. Entretanto a mi no corresponde su vindicación.