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COMISION CONSERVADORA

todiar al reo en su casa hasta que a fuerza de instancias dispuso S. E. se pasase a la cárcel.

Desde el momento que lo aprehendieron confesó a los aprehensores lisa i llanamente que era el asesino (ni como lo había de negar cuando antes hacia alarde de ello i nadie lo ignoraba, manifestando a todos varias prendas de que despojó a Rodríguez), pero esta vez que ya habían variado las circunstancias, declaró que había sido sobornado con 2,000 pesos [1] por don José de San Martin, don Bernardo O'Higgins, don Tomas Guido i don Rudecindo Alvarado,quienes le dieron las instrucciones para la aprehension i muerte alevosa que ejecutó, según ellas, en el camino de Quillota, conviniendo con los mismos que se le formase un proceso para hacer creer al público que Rodríguez había sido muerto porque quiso fugar, i añadió que, habiendo caido O'Higgins, pensaba dar un manifiesto circunstanciado del hecho.

El dueño de la casa donde se alojaba Navarro cuando lo aprehendieron, no dejó desde este momento piedra por mover para convertir en Abel a este Cain, sobre el que tendría fundadas grandes esperanzas como hombre que sabía ganar su vida tan honradamente i con tanto lucro. Dicen malas lenguas que el tal patron de Navarro no daba sus pasos así no mas, porque es hombre que sabe hacer levadura i ésta le ha traido mil amistades útiles como la de don Bambon Bambi, la de don Gaiferos, don Froilan i la de Galligai; a mas el asesino Navarro tenía diez mil pesos que ofreció a Cárdenas porque lo soltase, todo lo cual forma un fondo de favor inagotable i estando por medio sus respetos, corra la bola i muera el diablo, que por cosas de tan poco momento no ha de perder un hombre la casería; já, já, já.

Se consiguió al fin de muchos dias que se le iniciase su causa después de haber andado sobre si se encarcelaban o nó a los aprehensores (que por paisanitos i moderados bien lo merecían) a quienes jamás se les llamó a declarar como era regular, i entre capiruzas i cortinas se enjuiciaba, (se cree) que ad vultum trum inquisicionalmente. En esto o lo pidió o lo entregaron al Estado Mayor Jeneral, já, já, já, já. ¿Un asesino infame, conocido i acusado públicamente gozando el fuero de Ejército? já, já, já, já. Se pasó al cuartel de la guardia de la República i de allí se fugó, já, já, já, já. Todo el mundo sabe que su patron le trajo los caballos para la evasión ¿i se fugó de la guardia de los granaderos de la República? já, já, já, já. ¿Con qué, amigo Tizon, qué le parece? ¿Arruga la frente? ¿Menei la cabeza? Ahora se fuga de la guardia i ¿antes ni por encantos? Le diremos al efecto:

Escollo armado de hiedra,
Yo te conocí edificio;
Memoria de lo que pasa
En la série de los siglos.

¡Pobre Rodríguez! él salvó a la Patria en 1818, que San Martin precipitó en un abismo [2] i cuando éste i todos los demás de la comparsa solo pensaban en fugar [3] i salvar sus equipajes, Rodríguez tomó las riendas del Gobierno (que iba a quedar acéfalo por la fuga de don Luis de la Cruz) i reanimado los espíritus enteramente desfallecidos, sacó recursos de la nada, cambiando en pocas horas el aspecto de las cosas, de tal modo que en un dia formó el cuerpo aguerrido de la muerte i supo infundir tal confianza que los que pocas horas antes se creían perdidos sin remedio, después contaban segura la victoria que se alcanzó en el Maipú. ¿I las inditas cenizas de este héroe tan ilustrado no merecen aun una espiacion, un recuerdo de sus conciudadanos, cuando se le pagaron tantos servicias con una muerte atroz, un asesinato? Diremos a los chilenos lo que Clemente XIV a los romanos:

Muerte impía i cruel el premio ha sido

¿I Chile aplaude un hecho tan tirano?

¡Oh Chile ingrato! ¡Oh galardon humano!

"Imprenta de Valles por Pérez, en Santiago de Chile i reimpreso en Lima en la imprenta de Río, año de 1823".

Si antes hubiera tenido este importantísima documento talvéz hubiese evitado a Uds. la molestia de una correspondencia tan larga. Al principio solo pensé tratar de lo relativo a su Mercurio. La demora de la imprenta me ha dado tiempo hasta hoi, 9 de Mayo, para contraerme tambien a lo mas interesante a nuestra comun Patria. Nada hai perdido si consigo al menos que la debilidad de mis razones haga alguna impresionen ruis muí amados paisanos. Solo por el bienestar de ellos mismos he creído de mi deber indicarles los riesgos i los remedios, sea

  1. En estos asesinatos se han consumido inmensas sumas, que el Erario de Chile ha desembolsado para satisfacer a la sed de sangre del club aristócrata de Pueyrredon, Sin Martin i O'Higgins. —Nota del estrado.
  2. Véase el manifiesto del Jeneral Brayer impreso en Montevideo el año de 1818, en que hace ver que por la impericia i capricho de San Martin fué batido nuestro Ejército en Cancha-Rayada i cualquier hombre aunque no sea militar dirá lo mismo. —Nota del estracto.
  3. El que ha dado este comunicarlo ha visto por sus propios ojos casi a todos los funcionarios públicos huyendo para Mendoza, i muchos de ellos llevando grandes sumas de dinero que en otra ocasion se puntualizaron. No fué menos escandalosa la fuga de muchos oficiales i soldados del Ejército estranjero i el equipaje, caballos i caudales de San Martin conducidos por el padre Bauza i el comisario Lémus, los de O'Higgins i su familia, los del director-delegado-, Interin Rodríguez reunía jente i mandaba Diputados a todas partes para que se uniesen con él en la capital i hacer una vigorosa defensa. Era el contraste mas vergonzoso ver en el camino de Aconcagua a las milicias de aquella benemérita provincia marchando a defender la capital cuando los majistrados i hasta los soldados del Ejército veterano huían de ella despavoridos a buscar un asilo en Mendoza; dias de confusion, dias en que se descubrieron mil maldades, dias, en fin, en que Chile conoció quién era Rodríguez i que a él debió su salvacion. —Nota del estracto.