los procedimientos de los gobernadores, el proyecto establece una comision compuesta en su mayor parte de funcionarios municipales que deben su nombramiento al pueblo mismo, ante la cual se ventilen las reclamaciones que ocurran. Por el mismo principio se niega a la guardia cívica el absurdo privilejio del fuero, a propósito tan solo para embarazar la administracion de justicia e introducir distinciones odiosas entre los ciudadanos.
Los delitos que se cometan en el servicio de armas a que la milicia está destinada, son los únicos exceptuados de esta regla, por una razon perspicua que la Cámara no puede desconocer; pero en estos casos, como en otros negocios de igual natunaleza, la resolucion está encomendada al Consejo ordinario de oficiales, los cuales tendrán a la vista un Código Penal mui diverso del que rije al Ejército veterano.
No es ménos acertado el proyecto cuando determina los deberes i funciones de la guardia cívica; i en esta parte reluce la sabiduria de su autor, que ha querido hacer de aquella institucion no solo un baluarte de las libertades públicas sino un auxiliar poderoso de las autoridades civiles i judiciales, ya sea en las poblaciones, ya en los campos, en donde por la imperfeccion de nuestro sistema gubernativo, la mayor parte de los funcionarios carecen de recursos para cumplir debidamente sus deberes. En fin, por lo que respecta a la disciplina i organizacion militar de la guardia cívica, el proyecto se propone dos objetos importantes: alejar del servicio a los proletarios que no prestan garantías, para que las armas estén solo en manos de ciudadanos honrados e independientes; i atender a su instruccion de guerra por medio de un sistema bien combinado de inspectores que dependerán de un jefe superior del ramo.
He aquí las disposiciones principales de la obra que nos ocupa. Resta solo que la sabiduria del ▼Congreso le ponga el sello de su aprobacion i habilite al Gobierno para comenzar sus trabajos, a fin de que la institucion hermosa de la guardia cívica tenga en Chile todo el lustre i la importancia que le corresponde en un pueblo rejido por principios democráticos.
Al lado de este gran proyecto, no debo hablaros de las mejoras que hayan podido practicarse en el órden establecido durante el último año legal. Parciales i pequeñas como han sido todas hasta aquí, las que yo pondria en vuestro conocimiento no serán mas que una muestra del anhelo del Gobierno por cumplir la grave mision de que está encargado. Pero no debo pasar en silencio una providencia, a mi juicio, de mucha importancia, que el Gobierno dictó a mediados del año anterior, i cuyo efecto inmediato debe ser difundir la ilustracion i mejorar notablemente la condicion de los que sirven en los cuerpos cívícos: tal es la de establecer en los cuarteles escuelas dominicales para la instruccion primaria de aquellos individuos que han llegado a la edad adulta sin haberla adquirido; medida altamente filantrópica que convierte en canales de luz i de civilizacion los medios que hasta ahora estaban destinados para un fin ménos humano. Siento deciros que los primeros ensayos hechos en la capital no han correspondido a las esperanzas del Gobierno, pero no habiendo razon alguna para que no fructifique entre nosotros esta institucion benéfica en otros países, no debemos desmayar sino redoblar el empeño hasta lograr el santo fin que nos hemos propuesto.
Me resta, señores, hablaros del departamento de la ▼Marina, i en esta parte debo asentar, desde luego, que todo está por formarse entre nosotros, desde las escuelas en que hayan de educarse los jóvenes que se dediquen a la profesion hasta los arsenales i almacenes en que deben construirse i depositarse los útiles navales, sin contar con todo el órden económico i administrativo, que deberia sujetarse a reglas precisas i adecuadas a nuestras necesidades i recursos.
Tenemos, sin embargo, la base de un establecimiento naval completo en las inclinaciones i aptitudes de los habitantes de las costas, i en la facilidad con que en breve tiempo se hace de cualquier chileno un marinero intelijente, sóbrio i dotado de aquel valor a toda prueba que, en los primeros años de nuestra existencia, nos dió el imperio del Pacífico.
Debe notarse que en Chile, a la inversa de otros paises, el nacimiento de la marina de guerra ha precedido al de la mercante; i si recordamos el punto de partida de una i otra, no podremos ménos de maravillarnos del grande incremento que han recibido en estos últimos años. El de la marina mercante, sobre todo, sorprenderá si se consideran los embarazos con que tiene que luchar, ya sea en lo relativo a los artículos o materiales de construccion, cuya carestía no petmite entrar en competencia con el estranjero, ya por lo que respecta al atraso del arte difícil de construccion, i finalmente, a la escasez de maestres i pilotos espertos que dirijan las naves en la peligrosa navegacion de nuestras costas. Ella ha progresado apesar de estas dificultades i de las que ha debido oponerle el estado incierto del comercio en los paises vecinos. La marina mercante, manteniendo en actividad el cambio de los productos de las provincias del Norte i Sur de la República, ha estendido sus expediciones a todo el litoral del Pacífico, a las islas del Mar del Sur, i doblando el Cabo de Hornos se ha dirijido últimamente hasta la misma Europa.
Ha llegado, pues, el caso de que este ramo de nuestra industria nacional se fomente por todos los medios compatibles con el adelantamiento de los otros, sin que parezca fuera de lugar semejante recomendacion al Cuerpo Lejislativo, por la íntima conexion que tienen los adelantamientos de la marina mercante con los de la guerra, i por el mutuo auxilio que deberán prestarse en lo