Ir al contenido

Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXVII (1840-1841).djvu/424

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
416
CÁMARA DE DIPUTADOS

nuel Borgoño eran dirijidas a la Reina Gobernadora, es de temer que, depositado en otras manos el Poder Ejecutivo, representante de la autoridad real, haya habido alguna dificultad para la recepcion de nuestro Ministro Plenipotenciario, segun la práctica de las Cortes de Europa. Me lisonjeo de que el Gobierno español no insistirá en una objecion de pura forma; mas, para prevenirlo todo, el Presidente enviará nuevas credenciales a nuestro ajente, luego que se halle instruido de la constitucion definitiva de la Rejencia; asunto en que las Cortes se ocupaban ya, i de cuya decision es probable que tengamos noticia mui presto.

Las reclamaciones que el Gobierno francés hizo al nuestro por los perjuicios que, de resultas de varias providencias de las autoridades de Valparaíso, se decian irrogados al capitan i cargadores del bergantín Joven Nelly, fueron terminadas con aquel Ministerio de Negocios Estranjeros por el ajente de la República don Francisco Javier Rosales; i en cuanto a los puntos que nuestro Gobierno consideraba como mas importantes, los que afectaban derechos inherentes a la soberanía nacional, uno de mis predecesores ha dicho ántes de ahora a las Cámaras que ellos no presentaron embarazo para el arreglo definitivo. Reducida la controversia a la indemnizacion de perjuicios, se rebajaron a una cuota que puede llamarse mínima las exorbitantes demandas de los interesados, limitadas ya a dos puntos, el de la detencion forzada del capitan en Valparaíso, i el de la disminucion en el precio de venta del buque, por no haberse accedido a ella cuando la ordenó el Consulado francés. Ambos objetos de indemnizacion componian la suma de nueve mil pesos; i sin embargo de que en órden al segundo juzgaba el Gobierno mas cuestionable la justicia de los reclamantes, la importancia comparativa del cargo no le pareció de bastante peso para desechar una transaccion acordada en asunto de tanta magnitud por un representante de la República, que tuvo sin duda graves consideraciones para acceder a ella, i autorizado con plenos poderes dió letras contra el Erario chileno para el pago de la suma. Se aprobó la transaccion en uso de las facultades estraordinarias de que se hallaba investido el Gobierno cuando fué celebrada; i se cubrieron las letras inmediatamente que se le presentaron por el señor Encargado de Negocios de Francia.

No debo terminar esta esposicion sin llamar la atencion de las Cámaras a un objeto que me parece ya de vital importancia, para el cultivo de nuestras relaciones de comercio i buena intelijencia con las naciones estranjeras. Las que tenemos con los Estados Unidos de América, la Francia i la Gran Bretaña son de tanta trascendencia, i pueden dar lugar a discusiones tan frecuentes i graves, que creo llegada la época en que nos es necesario tener permanentemente legaciones acreditadas cerca de los Gobiernos de esas poderosas naciones. Recomiendan algunos irreflexivamente una política reservada, en cierto modo pasiva, que se limite a recibir los ajentes de otros Estados, i solo les envié de cuando en cuando representantes de la República, para objetos específicos i momentáneos. Me atrevo a decir que en la situacion actual del mundo este exceso de circunspeccion podria causar inconvenientes graves, que en efecto hemos tocado mas de una vez; que por el hecho de tener legaciones permanentes cerca de los Gabinetes de mas poder e influencia, no contraemos la obligacion de tomar en controversias ajenas una participacion innecesaria o peligrosa; que es conveniente que unos Gobiernos que tienen, por decirlo así, en sus manos la balanza del universo (estado de cosas que no podemos desconocer ni impedir), se informen, por nosotros mismos, de nuestros intereses i nuestros votos i den a unos i otros la consideracion que debe esperarse de su justicia, de sus sentimientos benévolos i de su liberal e ilustrada política; i en fin, que el sistema de enviar legaciones para cuestiones específicas está sujeto al inconveniente gravísimo de aplicar remedios tardíos a dificultades a menudo urjentes.

Las legaciones estranjeras tienen, ademas de su objeto principal, otros accesorios que no deben desestimarse. A los empleados en ellas se les proporciona la ocasion de contemplar de cerca una civilizacion adelantada, i de adquirir conocimientos que pueden ser de mucha utilidad para el progreso de la nuestra. Si volvemos la vista al rededor de nosotros, percibiremos a cada paso la necesidad de reformas i mejoras, que podrían talvez obtenerse a poca costa, por la aplicacion de medios esperimentados en otros paises, i examinados en ellos por observadores instruidos. Nuestros Ministros podrian promover empresas útiles, en que la industria i los capitales estranjeros contribuyesen, con recíproco beneficio, al desarrollo de nuestra agricultura, minería, artes, instruccion primaria i científica, i sobre todo, a un objeto en que las necesidades son mas jeneralmente sentidas, i las mejoras producirían mas copiosos frutos, los medios de comunicacion i trasportes. Ni deben pasarse en silencio la proteccion i los opoitunos consejos que hallarían en las legaciones chilenas nuestros compatriotas viajantes.

Concibo tambien necesario enviar un representante de la República a Roma, con el fin de prevenir las dificultades a que pudiera dar lugar en lo sucesivo la expedicion de las bulas de institucion de nuestros prelados, en términos que pareciesen inferir menoscabo a las atribuciones de la soberanía chilena. Responsable de su conservacion, el Gobierno ha dado el pase a las últimas bulas con reservas a que esperamos accederá la Santa Sede, por el interes mismo de la Iglesia de Chile. Esta mision me parece importante, pero su objeto es momentáneo, i no la