su falsedad está tan de manifiesto que no insistiré en ella. Se ha sentado un dilema reducido a decir que si el Gobierno nombra de gobernadores a los mismos individuos que actualmente ejercen el destino, se gana mui poco; i si a otros la dotacion no será suficiente motivo para hacerles aceptar el cargo; convengo en lo último, pero no estoi conforme con lo primero. Asignando la dotacion se encontraran en los mismos pueblos hombres,que si no son de grandes conocimientos, al ménos desempeñarán con celo su destino. La dotacion por otra parte no es tan escasa como se ha dicho, la cantidad de $ 500 a $ 1,000, atendidas las circunstancias de esas provincias, no será despreciable; se conseguirá que haya algun interes, algun estímulo para aceptar el cargo.
Sobre este particular tengo que hacer un recuerdo a la Cámara, que a mi juicio es decisivo. Uno de los artículos de la leí del réjimen interior declara ser irrenunciable la carga de Gobernador; de manera que sancionando el piesente proyecto, el Gobierno compelerá a un individuo a que desempeñe el empleo. ¿I sería justo cargar de ese modo a un ciudadano sin darle siquiera la cantidad necesaria para aquellos gastos que su posicion le exije?
No seria hacerle reventar decide: Ud. tiene que servir grátis, tiene que trabajar i hacer nuevos gastos por servir al pais solamente. ¿Se puede asegurar tanto patriotismo en los ciudadanos? Las necesidades a que se trata de proveer con el presente proyecto, hace mucho tiempo que han llamado la atencion del Gobierno. Con dificultad se encuentran hombres que quieran hacerse cargo de las intendencias i secretarías, i cuando por casualidad se hallan, están con el ojo listo a cualquiera otro empleo que se les ofrezca mas lucrativa. La mayor parte de las intendencias carecen de oficiales de pluma, lo que les da motivo para disculparse; así que las comunicaciones sufren retardo, sin que pueda reconvenirse por esto a los Intendentes, pues tienen la disculpa de carecer de ausiliares. Por lo que respecta a los Gobernadores, ya lo he dicho, es necesario rogar es i así no siempre se encuentran, en el dia por ejemplo hai tres vacantes.
Partiendo de estas reflexiones, me parece que la sala se habrá convencido que no es de última necesidad el objeto que se propone llenar el proyecto en que se ocupa; i que no aprobarlo, seria desatender la suerte de los pueblos, abandonarlos, no consultar su prosperidad, no darles el resorte necesario e indispensable de sus progresos, cual es un buen Gobernador.
Repetiré, que con la adopcion del proyecto va a evitarse un gran peligro, cuyas funestas consecuencias, si no se hacen sentir en el dia, puede suceder mui bien que mañana tengamos que lamentar nuestra imprudencia. Tanta fuerza tuvieron para mí las razones que acabo de esponer, que ántes de pasar a las Cámaras el presente proyecto creí que seria aprobado sin la mas lijera discusion. No vacilo en creer este asunto de mucha mas importancia por los bienes que va a producir al pais que los que ha citado el señor Diputado preopinante, mas importante que la plantacion de nuevas escuelas, mas importantes que la dotacion de los jueces. Sin duda que al sentar este principio se habrá aludido a los alcaldes ordinarios, porque ellos son los únicos jueces que carecen de dotacion i creo preferente la necesidad que se pretende llenar con el actual proyecto porque soi de opinion que la administracion de justicia no estará jamas bien servida en Chile por esos alcaldes; es este un empleo que no se desempeña bien, por la dotacion que se le asigna; son necesarios conocimientos especiales que no todos tienen. La dotacion de los alcaldes no es pues remedio con que pudiera mejorarse la administracion de justicia.
No tengo otras reflexiones que hacer en apoyo del proyecto en discusion. Si ellas no fuesen bastantes para arrancar la aprobacion de la Cámara, se haria un grave mal a la República; si por el contrario se aprobase el proyecto, luego veria la Cámara los beneficios que habia causado a los pueblos en jeneral.
Se suspende la sesion.
A segunda hora se puso en discusion la solicitud del jeneral ▼Blanco.
El señor ▼Vial (don Manuel Camilo) tomó la palabra i dijo mas o ménos lo que sigue: Con sorpresa he visto presentar a discusion la solicitud del jeneral Blanco. No imajinaba un interes tan decidido, ni esperaba tanta valentía i resolucion. Hace veinte dias que el señor secretario hizo una indicacion para que en algun dia, o en alguna hora se tomaran en consideracion las solicitudes particulares; i la Cámara, siempre celosa de la observancia del reglamento, desechó la indicacion, apoyada en el artículo que manda dar preferencia a los negocios de interes jeneral, respecto de los particulares, aunque sean de fecha anterior.
Hace dos meses, yo mismo pedí se examinara la solicitud de la viuda del ilustre ciudadano don Francisco Pérez, que está en la secretaría dos años há; ni se ha recomendado como otras cuyos pretendientes eran ménos acreedores, ménos meritorios ni se ha mostrado a la Cámara. Yo podia i debia haberme opuesto a esta estemporánea discusion; podia haber pedido el voto de la sala; pero he preferido el silencio, porque no se creyera que empleaba medios dilatorios, por temor de entrar en la discusion i exámen de la solicitud del jeneral Blanco.
Este jeneial solicita se le permita pasar a Europa con el sueldo de su empleo: la comision, como para cohonestar esta injusta solicitud, para presentarla ménos onerosa a la Cámara, dice en su proyecto de decreto que se le conceda esa gracia con el sueldo de cuartel. Todos saben que los jenerales gozan en sus casas de la asig