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SESION EN 27 DE SETIEMBRE DE 1843

Ademas ¿cuáles son esos gastos que tanto se han abultado por el señor Diputado preopinante? En los preliminares del mensaje pasado por el Ejecutivo, se dice que no pasatán de $ 30,000; i en efecto así es. Confieso, stñor, francamente que yo dudaba, no sólo que hubiese oposicion a este proyecto, sino que crtí pasara sin la menor discusion; por eso es que no he traido a la Cámara un estado comparativo que he mandado hacer, de la dotacion actual de los Intendentes i demas empleados i de la que por el proyecto se les señala. Pero vuelvo a repetirlo, semejantes gastos no pasan de $ 30,000.

Ademas no están comprendidos en el proyecto los ahorros de las Intendencias servidas por militares, tampoco las Gobernaciones que serán tambien servidas por militares, i de lo cual resulta un gran ahorro para el tesoro nacional. Todo bien considerado pues, vendrá a producir un gasto que será de poco mas de $ 20,000 i ¿es esta una suma que pueda poner en conflicto al tesoro nacional cuando su inversion tiene un objeto tan importante, i que tanto puede influir en el progreso de las provincias?

Yo creo, señor, que una de las necesidades mas reales, mas importantes i mas urjentemente reclamadas por el ínteres nacional, es la de dar un correspondiente premio a los que se dedican al servicio público.

Los mas de los Intendentes tienen de sueldo $ 2,200, sueldo que gana un teniente coronel de infantería. Cantidad es ésta, señor, que en la mayor parte de las provincias, no sólo es escasa para la decente mantencion de un solo individuo, sino tambien para la mantencion de su familia; ¿podrá desempeñar con celo sus funciones un individuo que cuenta con una renta que apénas le alcanza para comer? ¿Podrá subvenir a ciertos gastos anexos a su empleo i que tiene precision de hacerlos? I digo esto señor, porque considero que el papel que representa un Intendente en su provincia, es mas importante que el del Intendente de Santiago. Su rasa tiene que hacer de posada, su mesa tiene que estar abierta a diversos huéspedes. No es regular que al que le lleva una gran noticia, al que le asegura un criminal, no le dé una gratificacion: a no hacerlo así, seria un miserable.

Pero quiero conceder que su sueldo le alcance para mantenerse i mantener a su familia; quiero suponer que pueda él subvenir a esos gastos que tiene necesidad de hacer. ¿Basta esto para recompensar los grandes servicios de un funcionario público? Yo creo que no; i creo tambien que de mi parecer son todos los señores Diputados. Soi de opinion que todo ciudadano que desempeña un servicio de gran importancia, se halla en la necesidad de atender a la suerte de su familia. Es necesario que cuando la nacion arranca a un individuo de sus ocupaciones, le dé lo mismo que ese individuo hubiera podido proporcionarse de otro modo, so pena de no encontrar personas que quieran hacerse cargo de desempeñar empleos que ninguna ventaja les reporta.

Estas reflexiones relativas a los Intendentes, se aplican tambien a los secretarios i aun a los oficiales de pluma de las Intendencias pues la mayor parte de ellos no ganan ni aun el sueldo de un artesano en el desempeño de su oficio. Ahora con respecto a los Gobernadores es preciso, señor, que miremos las cosas como son; es necesario que no olvidemos el interes del pais, i digo esto porque en el curso de la discusion pudiera objetarse que hasta ahora no se ha pagado a Gobernador alguno. Cada vez que desgraciadamente queda vacante la Gobernacion de un departamento, es un verdadero conflicto para el Gobierno. Los vecinos de él se niegan a desempeñar un cargo que no les reporta el menor beneficio: no sólo no se les paga, sino que carecen tambien de todas aquellas prerrogativas de que gozaban durante el Gobierno colonial.

Esas prerrotivas les movia entónces i aun les hacia desear el empleo, mas ahora ¿qué puede estimular a un individuo a desempeñar un destino sin recompensa alguna? Con ruegos, valiéndose de las promesas que no durará por mucho tiempo en el destino, se consigue que haya uno que lo acepte; pero éste naturalmente lo sirve mal, mui mal, i no puede tocarse ni aun el medio de reconvencion, porque el Gobernador tiene la respuesta pronta: no quiero servir, renuncio al destino; i esto es lo que se practica. Mas esos medios de que se vale el Gobierno no siempre producen su efecto. Hoi dia vacan tres Gobernaciones i no se ha presentado un solo individuo que quiera desempeñarlas.

Otro de los recursos que se tocan, es poner a la cabeza de los departamentos un gobernador militar. Pero considérense los inconvenientes que pudieran resultar de semejante medida, i se verá, que si en las circunstancias actuales del pais no hai peligro que temer, puede venir época ménos feliz en que el peligro seria grande, porque puestos a la cabeza de las provincias personas dependientes i a la disposicion del Gobierno, a este le seria fácil abusar i riflexiónense los inconvenientes de este abuso. Esta es una circunstancia que, a mi juicio, no debe olvidar la Cámara para la aprobacion del proyecto que nos ocupa.

Paso al tercer punto: esto és, a lo que se ha dicho que el Gobierno no llena los fines que se propone con el proyecto presentado a la Cámara. Convengo en que la dotacion que se propone por los gobernadores, no es una recompensa suficiente; ¿pero qué resulta de aquí? ¿que porque no hacemos bien como cuatro tampoco debemos hacerlo como uno? ¿que porque el proyecto no produce los beneficios en su totalidad tampoco debe admitirse una parte de ellos? Esta es la consecuencia del principio que se ha sentado i