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SESION EN 30 DE AGOSTO DE 1844

pues de 100 buques que salen de Chiloé, uno toca en Talcahuano i los demas se dirijen a Valparaiso. Este es por consiguiente, un retardo i un verdadero perjuicio. No hai, pues, razon a mi modo de ver, para establecer Corte de Apelaciones en Concepcion.

Por otra parte, las vias de comunicacion son tan frecuentes. Tenemos tres correos, los vapores i los buques de guerra que frecuentemente vienen de Talcahuano a Valparaiso.

Por lo que hace a la Corte de Coquimbo, ya he dicho que la considero de alguna importancia, porque la riqueza de aquella provincia hace que se susciten cuestiones de grande importancia. Pienso pues, que seria mui conveniente establecerla allí; porque la pronta decision de esas causas, no sólo interesa a los particulares sino tambien a la Nacion en jeneral. Estableciendo la Corte de Coquimbo, se aliviará en gran parte a la de la Capital i, por consiguiente, estas podran atender mejor a las causas que hai pendientes ante ella.

Por todas estas razones, señor, opino porque se establezca una Corte en las provincias del Norte; es decir, en la Serena; mas de ninguna manera en la de Concepcion.

El señor Rosas. —El proyecto que llama la atencion de la Cámara es para mí de tanta importancia, que me parece difícil que se presente otro de mas utilidad. El se dirije a un fin santo, cual es facilitar la administracion de justicia en las provincias, sin lo cual no es posible que se sostenga una sociedad bien organizada. La distancia en que se encuentran aquellas poblaciones, hace difícil el obtener la justicia sin retardos, aun a los ciudadanos que tienen una regular fortuna: este es un mal de gran trascendencia. Para que no se vean privados de su libertad i de su propiedad, ninguna medida mas oportuna, que la que ahora se somete a la resolucion de la Cámara. Ella es para mí de tanta mayor importancia, cuanto que se va en gran parte a sacar de las privaciones que sufren ciertos pueblos, cuyas quejas no alcanzan hasta nosotros a causa de la larga distancia. He visto sufrir con paciencia vejaciones, he visto envueltos en el dolor a hombres dignos de la Nacion porque no han podido recobrar las propiedades de que han sido despojados. Mui difícil es sin duda que se puedan mantener en sociedad bajo un sistema en que no hai organizacion de justicia, que es la base para todos los pueblos sensatos. He visto tambien sufrir por mucho tiempo agonías crueles, diré así a los infelices que condenados a una pena capital, tienen que aguardar 3 o 4 meses la resolucion de las mismas causas o de la sentencia que los condenaban.

Todos estos males son mui conocidos, son tan claros como la luz del mediodía, i sin embargo se presenta oposicion a este proyecto. Para apoyar esta oposicion se ha dicho, en primer lugar, que aquellas provincias son mui pobres, que no hai comercio, i que de consiguiente, no debe establecerse allí un tribunal. Para mí es ésta una notable equivocacion. Podré decir que la provincia de Concepcion es una de las mas ricas por sus productos agrícolas. Es cierto que por ahora está la agricultura un poco atrasada, pero eso tiene su oríjen en una causa noble, que es el haber sido mas que otras provincias, el teatro de la guerra de la Independencia, i tambien por haber sido víctima de acontecimientos que no está en la mano del hombre evitar. Yo creo que no debe traerse a la memoria la pobreza de aquellas provincias para hostilizarlas mas sino para remediar sus necesidades. Léjos de eso ¿qué es lo que se propone? su ruina, que no haya administracion de justicia.

Ahora voi a demostrar que no hai tal pobreza. Las provincias de Concepcion i el Maule contienen a lo ménos 2,100 leguas de terreno, cruzadas de rios que las fertilizan. Sus campos, aunque poco cultivados a causa de los acontecimientos que ha sufrido la provincia de Concepcion, dan los productos mas ricos de Chile; de esas mismas provincias se traen nada ménos que 200,000 fanegas de trigo cada año, una inmensa cantidad de vinos i aguardientes, muchas lanas i otra porcion de frutos que por no ser de tanta importancia i por no demorar a la Cámara no enumero. Al mismo tiempo se traen como treinta mil animales vacunos. ¿Cómo una provincia pobre puede dar todos estos productos?

Se ha dicho tambien que hai otras necesidades que son mas urjentes. Yo querria que siempre se hiciese una indicacion para evitar los males existente, pero que no se trajese estos males a colacion para evitar otros. Hace poco tiempo que se votó una cantidad para caminos. Si esta cantidad pareció pequeña al señor Diputado, pudo hacer indicacion i pedir el aumento de esa suma, i no hacer memoria de ella, en oposicion al proyecto de que se trataba.

Se ha dicho tambien que deben ocupar un lugar preferente la educacion i las escuelas. A esto diré yo que hai escuelas bastantes en aquella provincia; se pagan por las rentas nacionales como sesenta escuelas, i al mismo tiempo las hai pagadas en todos los demas pueblos por las rentas municipales; hai tambien colejios en aquellas provincias, i es equivocacion decir que entre mil individuos habrá uno sólo que sepa leer.

No sé, señor, si haya podido contestar a todo lo que se ha dicho o si haya olvidado alguna parte de ello.

El señor Palazuelos. —Yo opino por el proyecto; creo necesario que haya estas Cortes de Apelaciones en estas provincias i en donde se quiera, i por cierto que no soi de esta opinion por miedo que tengo a esas provincias; poco me importaría que las provincias esas me creyesen favorables o nó a sus intereses. Yo creo, como ha dicho el señor Diputado preopinante, que se