▼La educacion de las mujeres que hasta el dia hemos mirado con poco ínteres, merece por muchos títulos la protección de la lejislatura. Miéntras que todas las provincias poseen algun número de tscuelas sostenidas por el tesoro público, o con rentas municipales en que se educan hombres, apénas hai una que otra que cuente con un establecimiento semejante para la otra mitad de nuestra poblacion, para esa porcion que en la tierna infancia forma hábitos i trasmite principios que nos acompañan hasta el sepulcro. Los hijos reciben su primera educacion de las madres: éllas les inspiran los sentimientos de relijion, las máximas de moral i forman sus costumbres. El Gobierno ha atendido en parte a esta necesidad en Santiago, asignando al Monasterio de Jesús i Maria $ 4,000 de la cantidad destinada para gastos de beneficencia.
Aspecto mas bien lisonjero que la primaria, presenta la instruccion superior. Los colejios de las.provincias principian ya a dar algún fruto, i sin salir del pueblo en que están sus familias, pueden los jóvenes adquirir aquella instruccion que si no les habilita para el ejercicio de una profesion, le da conocimientos que no deben carecer. Difundir estos conocimientos en la clase acomodada de la sociedad, es tan necesario como difundir los que da la instruccion primaria en la masa del pueblo, porque la instruccion debe adaptarse a las diferentes condiciones, i habilitar al hombre para vivir en el puesto que le ha cabido. Persuadido el Gobierno de estas verdades se ha empeñado en llevar a efecto la fundacion de un liceo colejio en la capital de cada provincia. Concluido el edificio del de Talca se ha mandado dar principio a los estudios. Dificultades se presentan en esta empresa, porque las municipalidades no cuentan con fondos suficientes. El Gobierno ha tomado el arbitrio de ceder al de Talca el producto de las mandas forzosas de la provincia, i cree necesario discurrir otras para sostener los que existen o se funden en pueblos ménos adelantados. Los colejios de Coquimbo i Concepcion que cuentan con mayores fondos, son los que mejor corresponden a su institucion. En el primero progresan como en ninguno del pais la química i la mineralojía, i tanto en este como en el de Concepcion se cultivan con provecho las matemáticas.
Los seminarios contribuyen por su parte a estender la instruccion superior, i sobre todo a formar sacerdotes idóneos que den lustre a la iglesia chilena. El de Santiago, que es el único de que puedo decir algo al Congreso, se halla en buen pie; aunque su plan de estudios es suceptible de algunas mejdras que puedan asegurar una instruccion mas sólida i copiosa a los que han de ser miembros de nuestro clero.
Pero donde los progresos científicos se notan con mayor satisfacción de los amantes del país, es en el Instituto Nacional. Mas de seiscientos jóvenes concurren actualmente a sus clases, i se dedican con ardor a los diversos ramos del saber. Chile cuenta en este establecimiento un plantel precioso de que puede esperar abundantes frutos. Pero si queremos que tales esperanzas se realicen en una escala mas vasta, si queremos que el Instituto llene los fines a que está destinado, es preciso que le dispensemos una proteccion jenerosa, que practiquemos todas las reformas que exije, i procuremos estimular a la juventud al cultivo de muchos ramos científicos que hoi dia están casi abandonados. El estudio de la naturaleza que dilata el jénio, que tanto engrandece i eleva i que admite tan variadas aplicaciones a la agricultura, a la minería, a las artes no llama, como debiera, la atencion de nuestros jóvenes. Preciso es protejerio i estenderlo a todas las provincias. No ha dejado de contribuir a esta especie de abandono la falta de porfesores para estos ramos; falta que aun se hace sentir en parte en el Instituto Nacional. El Gobierno, para proveer a esta necesidad, ha resuelto enviar a Europa tres jóvenes de los que con mas aprovecho han cursado la química i mineralojía en el Colejio de Coquimbo, a fin de que se perfeccionen en estas ciencias i vengan a propagar despues entre nosotros conocimientos tan útiles.
Hai en el Instituto otras necesidades que el Gobierno no puede mirar con indiferencia. La permanencia de los profesores, tan indispensable para que se dediquen a profundizar las materias que enseñan, no se conseguirá en el Instituto miéntras las rentas sean tan escasas, miéntras la enseñanza no sea una carrera que ofrezca alicientes. Asi vemos que de tiempo en tiempo se renueva mucha parte de los profesores i que dejan las cátedras cabalmente cuando pudieran desempeñarlas con mas provecho de los educandos. No ménos necesario es proporcionar al Instituto un local que ofrezca las comodidades de que carece el que actualmente ocupa, que dé lugar a mayor número de alumnos i facilite la conservacion del órden tan indispensable en una casa de educacion. Reforma es ésta que no debemos demorar por mas tiempo, porque viejo i deteriorados el edificio actual no promete larga duracion. El Gobierno cree que podria llevarse a efecto, sin ninguna erogación del Erario Nacional, vendiendo el terreno que pertenece al Instituto i destinando su producto a la construccion de una casa vasta i apropiada a su objeto en algunos de los fundos de propiedad fiscal. Tan urjente considera el Gobierno esta medida que está dispuesto a empeñarse en realizarla lo mas pronto posible.
Por aprovechados que salgan los jóvenes del Instituto, si no continúan sus estudios, si la reflexión no viene a desarrollar i fecundar las nociones adquiridas, pocos progresos podemos esperar: notaremos siempre que el número de jóvenes de una instrucción algo sólida, está mui léjos de corresponder al de los que reciben la