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CARTAS EBSCOGIDAS 463

A MADAME DB GRIGNAN Parts, viernes 2 de agosto de 1618.

  • Pienso siempre, hija mía, en la admiración que os habrá

eausado la muerte de Mr. Turenne. El cardenal de Bouillo» astá inconsolable; ha sabido esta noticia por un gentil hombre de Mr. de Louyigny que quiso ser el primero en darle el pésame.

Paró su carroza cuando venía de Pontoise á Versalles : el cardenal no comprendió nada de este discurso. Cuando el gen- til hombre se apercibió de su ignorancia huyó; el cardenal hizo correr detrás de él y supo así esta terrible muerte. Se desvaneció, se le condujo á Pontoise donde ha estado dos días sin comer, en llantos y gritos continuos. Mad. de Guenegaud y Caboye han ido á verle, no están menos afligidos que él. Acaba de escribirle una carta que me ha parecido buena : le digo por adelantado vuestra aflicción y el interés que tomáis en todo la que la concierne y la admiración que teníais por el héroe. No olvidéis escribirle; me parece que vos escribís muy bien sobre esta clase de asuntos : en éste no hay más que dejar ir la pluma. En París se está muy conmovidos por esta gran muerte. Esperamos con ansiedad el correo de Alemania ; Montecuculli que iba hacia allá, volverá sobre sus pasos y pretenderá apro- vecharse de esta desgracia. Se dice que los soldados lanzaban gritos que se escuchaban á dos leguas; ninguna consideración podía contenerlos. Gritaban que se les llevase al combate, que querían vengar la muerte de su padre, de su protector, de su general, de su defensor; que con él, ellos no temían nada; que ellos vengarían su muerte; que se les dejase hacer, que esta- ban furiosos y que se les llevase al combate. Un gentil hom- bre agregado al servicio de Mr. de Turenne que ha venido á hablar al Rey, se le ha visto siempre bañado en lágrimas con- tando lo que yo os digo y los detalles de la muerte de su señor. Mr. de Turenne recibió el tiro á través del cuerpo; ya podéis pensarsí caería del caballo y eómo moriría. Sin embargo, un