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CARTAS RSCOGIDAS 239

rioso no tiene más asuntos que los otros, podrá aburrirse ; pero si tiene necesidad de una contusión, será preciso que se la haga el mismo. Dios les conserve en esta ociosidad. Ved aquí, querida mía, espantosos detalles, los cuales, ú os enojo- rán mucho, ú os divertirán; pero no pueden seros indiferentes. Yo deseo que estéis de este humor del cual me decís algunas veces : « pero, vos no queréis hablarme; yo admiro á mi madre que moriría mejor antes que decirme una sola palabra. »¡ Oh' si no estáis contenta no es culpa mía ni vuestra si ys no lo he estado por le muerte de Ruyter. Hay párrafos en vueslras cartas que son divinos. Me habláis muy bien del ma- trimonio; no hay nada mejor; el juicio domina pero es un poco tarde. Conservadme en la buena gracia de Mr. de la Garde y siempre en las amistades de Mr. de Grignan. La justicia de nuestros pensamientos sobre vuestra partida, renueva nuestra amislad. Encontráis que mi pluma está siempre coriada para decir maravillas del gran maestre. Yo no lo niego absoluta- mente; es verdad que yo creía haberme burlado de él dicién- doos el deseo que tiene de prosperar y las ansias 3e ser ma- riscal de Francia, sobre todo, como en tiempo pasado; pero es que vos me tratáis mal acerca de este asunto. El mundo es bien injusto.

Así ha sido también para la Brinvilliers; jamás tantos crí- menes han sido tratados tan suavemente. No ha sufrido la cuestión; se tenía tanto miedo de que hablase que se le hacía enlreyeer una gracia, de tal modo que ella no pensaba morir. Al subir al cadalso dijo : « Esto es, pues, de verdad. » En fin, ya está en el viento y su confesor dice que es una santa. El primer presidente (Lamoignon) había escogido esie doctor (1) somo una maravilla : fué engañado por los interesados. Este era el que se quería que tomase. ¿ No habéis visto esas gentes que hacen juegos de naipes? Los barajan mucho tiempo, y ¡uezo os dicen que toméis una, la que queráis, que ellos no se cuidan de esto; la tomáis, creéis haberla tomado, y es justa-

14) Mr. Pirot, doctor de la Sorbona»