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250 MADAMÁ DE SEVIGNÉ

escribe al día siguiente que ha hecho un Papa, y me asegura que no tiene ningún escrúpulo. Ya sabéis cómo ha evitado el sacrilegio del falso juramento; los otros deben encontrar en él un gran gusto, puesto que no es ni siquiera necesario. Me dice que el Papa es todavía más santo de hecho que de nombre; que os ha escrito desde Lyon al paso y que no os verá al volver por la misma razón de las galeras, con lo cual está muy incomodado; de suerte que se encontrará en pocos días en su casa, como si no nos hubiera hecho nada. Este viaje le ha honrado mucho, pues no se puede añadir nada al buen ejemplo que ha dado. Se cree que por la buena elección de soberano Pontífice ha traído al cónclave el Espíritu Santo que estaba desterrado de allí hace tantos años. Después de este ejemplo, no hay desterrado que no deba esperar.

Ya estáis otr vez en la soledad : ahora es cuando debéis temer á los espíritus. Me atrevo á apostar que no sois más de cien personas en vuestro castillo. Estoy persuadida de toda la amabilidad de la bella Rochebonne; pero la constancia de Cor- binelli está abismada en lanta filosofía y va tan terriblemente unida á la justicia de los razonamientos, que no respondo ya de él. Dice que el P. le Bossu no contesla bien á vuestras pre- guntas; que haría mal en querer instruiros, puesto que vos sabéis más que todos ellos : vos nos daréis vuestra opinión acerca de esto.

Os he contado la historia de Brisacier; nada puede añadirse de esto hasta que vuelva el correo de Polonia. Él está sin em- bargo, fuera de París y de la Corte. Sitia la ciudad y perma- nece en casa de sus amigos en los alrededores. El otro dia estaba en Clichy; Mad. Duplexis fué á verle desde Fresne para lamentarse de la ruptura de su contrato. Brisacier le dijo que seguramente no estaba roto y que á la vuelta del correo se vería si estaba tan loco como decían. Si es protegido de la reina de Polonia ó del Rey, nosotros juzgaremos como vos decís.

Mr. de Bussy ha llegado cuando yo escribía esta carla; le he enseñado vuestro recuerdo. Él mismo os dirá cuán contento astá de él. Me hs leido las memorias más agradables del