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GARTAS ESCOGIDAS 2117

y me dijo que estaba persuadida de que sentiriais su dolor y el estado de Mr.de Pomponne; yo se lo aseguré. Hablamos del golpe que sentía por esta desgracia que es espantable para sus negocios, para la felicidad de su vida y para la forluna de su marido. Mr. de Pomponne no estaba en favor, pero estaba en estado de obtener ciertas cosas ordinarias, que hacen sin embargo el establecimiento de las gentes. Hay muchos grados por bajo del favor de los otros que hacen la fortuna de los particulares. Así era una cosa bien grata el encontrarse natu- ralmente establecido en la Corte.

¡Oh, Dios, qué cambio! ¡Qué cuidados, qué economía en esta casa] ¡ Ocho hijos! No haber tenido tiempo de obtener la menor gracia. Deben treinta mil libras de renta : ved lo que les quedará. Van á reducirse tristemente en París y eun Pom- ponne. Se dice que tanto de los viajes, como de los correos que esperaba, incluso el de Baviera que llegó el viernes y que el Rey esperaba con impaciencia, ha procedido en parte su des- gracia (1). Pero vos comprenderéis fácilmente estas conductas de la Providencia, cuando sepáis que es el presidente Colbert quien ha oblenido el cargo. Como él está en Baviera, su her- mano le ha nombrado entre tanto y le ha escrito regociján- dose y para sorprenderle, como si se hubiese equivocado, una carta con el siguiente sobre: A Mr. Colbert, Ministro y secreta- río de Estado. Yo he hecho mis cumplimientos en la afligida asa; no podía hacer otra cosa mejor. Reflexionad un poco acerca del poder de esta familia, unid los países extranjeros y comprenderéis que todo lo que está del otro lado, donde se casan mo vale esto. Mi pobre hija, ved aquí bien de detalles

(1) Las memorias y las cartas contemporáneas están de acuerdo para atribuir la desgracia de Mr. de Pomponue á su negligencia. Voltaire da una memoria escrita de manos de Luis XIV, en que el mismo Rey esplica la despodida del Ministro. « Todo lo que pasaba or él perdia la grandeza y la fuerza que se debe tener ejecutando las órdenes de un rey de Francia, que no es desgraciado. » Además Pomp..nne era janseuista, y Louvois y Colberl trab iaron para per- derle, el primero para poner en su puesto á un amigo y ol iegundo á su hermano Colbert de Croissi. Esto último fué el' que venció.