GARTAS ESCOGIDAS 305
de Lyon no me las haya remitido; pues yo tengo un depen- diente muy cuidadoso y But no lo es menos. Yo trato de ha- cerme entender, como os decía en semejante ocasión; y sé todo lo que puede causar esta tardanza; Cuento que tendró el viernes dos de vuestros paquetes juntos; pero esle viernes tardará en venir; desde el lunes por la mañana hasta el viernes, son cinco días de una excesiva longitud, Vos sabéis mejor que nadie, cuan poco dueña se es de los temores y de las imagina- ciones; aquí venían en toda su extensión ; nada turba ni escla- rece estas emociones: no puede uno distraerse en enviar á preguntar en casa de todos aquellos, con quienes os tratáis, si han recibido cartas vuestras; se piensa en el gran calor del . país en que estáis, en la fiebre que puede sobrevenir en el momento que menos se piense; en fin, querida mía, cuesta , mucho trabajo el gobernar su imaginación; ¿y el medio de ha”
- cerse superior á esta clase de pena
La señora princesa de Tarento estuvo aquí el lunes toda la ¿ tarde, Me contó cien cosas de su hija y de todas las partes del
- mundo; pero lo dejaré para otro día, pues hoy no podria escri-
- bir tanto. Estoy disgustada por no tener carta de mi hija. El
“buen abate os asegura sus servicios y está muy bien; en cuanto +á mí, querida mía, desde el momento que tengo cartas vuestras 'lo estaré también; no tengo ningún otro mal que el de uo , tener cartas vuestras: pero le encuentro muy grande; espero que en recibiendo esta os burlaréis de mí, como algunas yeces yyo me tomo la libertad de burlarme de vos; es preciso escu- ssarnos á ambas, mi querida hija, y sufrir esta pena que va ¿unida á nuestra amistad.
Á LA MISMA Los Rechers, domingo 14 de julio da 1680
He recibido, en fia, hija mia, vuestras dos cartas á le vaz; (¿ba me aqustumbraré jamás á estan maneras de obrar del E)