370 MADAMÁ DE SEVIGNÉ
contráis en ella para serviros de secretario, con una mano muy suelta y una ortografía correcta; haceos ayudar por esta personita. Adiós, mi muy querida y muy amable; os escribiré más exaclamente el domingo.
A LA MISMA Rennes, domingo 15 de marzo de 1689:
Monsicur y Mad. de Chaulnes nos retienen aquí con tantas amistades que es dificil rehusarles todavía algunos días más : ereo que ellos irán muy pronto á recorrer Saint-Maló, donde el Rey hace trabajar : así nosotros les demostraremos bien nuestra complaciacia sin que nos cueste mucho. Esta buena duquesa ha dejado su circulo infinito, por venir á yerme, tan fuerte como una amiga y á la cual amaréis : me ha encontrado en el momento en que iba á escribiros y me ha rogado mucho que os diga hasta que punto está contenta por haberme con- ducido en tan buena salud. Mr. de Chaulnes me habla á me- nudo de vos; está ocupado con las milicias. Es una cosa extraña el ver ponerse el sombrero á estas gentes que no han tenido jamás otra cosa que gorros azules sobre la cabeza; ellos no pueden comprender el ejercicio mi lo que se les prohibe. Cuando tenían sus mosquetes sobre el hombro y apa- recia Mr, de Chaulnes querían saludarle y el arma caía por un lado y el sombrero por otro. Se les ha dicho que no era pre- ciso saludar y un momento después, cuando estaban desarma- dos, si veían pasar á Mr. de Chaulnes, se hundian el sombrero con las dos manos y se guardaban bien de saludarle. Se les ha dicho que cuando están en filas no deben echarse ni á derecha Bi á izquierda, y el otro día se dejaban aplastar por la ca- rroza de Mad. de Chaulnes, sin querer retirarse un solo paso, por más que se les decía. En fin, hija mía, nuestros bajos bre- tones son muy raros : yo no se como se las arreglaría Beltran