CARTAS ESCOGIDAS
suadida de que encontraréis esta escena tan agradable yo la he encontrado; os la escribo y creo que si la le buenos tonos estaréis bastante contenta de ella. Hija 1 os riño por tener un solo momento pena por mí, cual recibís mis cartas. Vos olvidais las faltas del correo, es | acostumbrarse á ellas, y cuando esté enferma, lo cual n: ahora, de ningún modo no os escribiré menos algunas ó mi hijo, ó cualquier otro; en tin, vos tendréis noticia pero ahora no estamos en esa necesidad.
Se me dice que varias duquesas y grandes damas rabiosas, porque hallándose en Versalles, no han sido dos á la cena del día de reyes. He aquí lo que se llam aflicciones. Vos sabéis mejor que yo las demás noticias.
Encuentro á Paulina muy satisfecha por saber jugar drez; si ella supiese cuán por cima de mi alcance es juego, yo temería su desprecio. ¡Ah! ¡si! bien me acue: olvidaré jamás este viaje. | Ab] es posible que haga yi tiún años. No lo comprendo, me parece que fué el año p pero juzgo por lo poco que me ha durado este tiempo, me parecerán los años que vienen después.
Á Mr. DE COULANGES. Grignan 26 de julio de 1691.
Estoy detal modo conmovida por la noticia de la súbita de Mr. de Louyois que yo no sé por dónde comenzar á hi de ella. Ya está muerto este gran ministro, este hombre ti siderable, que ocupaba un tan gran puesto, cuyo yo, con Mr. Nicole, estaba tan extendido, que era el centro de cosas: ¡ qué de negocios ! ¡ qué de designios ! ¡qué de pro: ¡ qué de secretos! ¡qué de intereses |! ¡qué de guerras « zadas | ¡Qué de intrigas ! ¡Qué grandes golpes á dar y ducir! ¡Ah! ¡Dios mío | Dadme un poco de tiempo : yo q
