Página:Sevigne Cartas Escogidas.djvu/82

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

58 MADAMA DE SEVIGNE

Á LA MISMA

Viernes, 20 febrero de 1671.

Os confieso que tengo un deseo extraordinario de saber noticias vuestras; pensad, mi querida hija, que no he tenido desde la Palisse.

Por lo demás, no sé nada de vuestro viaje, ni de vuestro camino hasta Provenza ; estoy segura que recibiré cartas; no dudo que me hayáis escrito, pero no las tengo ; es preciso consolarse y distraerse escribiéndoos. Sabréis hija mia, que anteayer miércoles por la noche, después de venir de casa de Mr. de Coulanges, donde haciamos nuestros paquetes los días de ordinario, persaba acostarme. Esto no tiene nuda de extraordinario ; pero lo que sí lo es mucho, fué que á las tres de la madrugada oí gritar: ¡ Fuego!... ¡Ladrones! Y estos gritos tan cerca de mi y tan repetidos, que no dudé de que era en casa; yo creí hasta oir que se hablaba de mi pobre nieta, y no dudaba que se hubiese quemado. Me levanté con este temor sin luz y con un temblor que me impedía casi sostenerme. Corro á sus habitaciones, que son las vuestras, y lo encuentro todo en uba gran tranquilidad; pero vi la casa «e Guilaud ardiendo ; las llamas pasaban ¡Or encima de la casa de Mad, de Vanvineux: se ycía en nuestros patios, y sobre todo en casa de Mr. de Guitaud, una claridad que daba horror ; todo eran gritos, confusión y un ruido espantoso de los postes y los maderos que caían. Hice abrir mi puerta y envié mi gente al socorro. Mr. de Guitaud me envío una cajita con lo más precioso que tenía; yo la puse en mi gabinete y después fuí á la calle para ver como los otros. Encontré alí á Mad. y Mr, de Guitaud casi desnudos, el embajador de Venecia, tod:.s sus gentes, la pequeña Vauvineux, que llevaban dormida en casa del embajador, varios muebles y vajillas de plata que salvaban en su casa. Mad. de Vauvinevux desamue- blaba por mí; yo estaba como en una isla, pero me daba