políticos, nada, en fin, puede primar sobra el honor empeñado. Es preferible vivir del jornal que del producto de la infamia.
Si la habilidad en política estriba en mentir faltando á la fé jurada, yo la maldigo porque entonces no será una ciencia sujeta á leyes y principios respetados y profesados por hombres libres.
Roto el principio moral que debe existir en toda sociedad organizada, desaparecerla también la razón de su existencia como colectividades, y el desorden y el caos serian el patrimonio de la humanidad.
De estos recursos echó manos Rojas para venir al Senado de la Nación y desempeñar el rol pasivo de una individualidad sin brillo, sin iniciativa y sin nada que lo distinga del común de las gentes.
Qué pocas satisfacciones intimas sentirá cuando se recoja dentro de sí mismo!
Del Senado, Rojas pasa al Gobierno de Santiago, siempre oficialmente y empleando idénticos medios que los que le dieron sus antiguos procedimientos, con una circunstancia