de la Nación, no es la verdadera palabra; pero mas de exacto tiene si se refiere dicho cálculo á los recursos de los empleados y de sus respectivas familias.
Y bien! Hasta bajo este punto de vista, el Diputado Tagle es idéntico al Presupuesto.
Como que su aire es hasta cierto punto paternal, cuando atiende á los humildes prostulantes de futuros aumentos en sus recursos presupuestados para el año subsiguiente...
Cada mueca de Tagle equivale á un guarismo mayor de segundo ó tercer órden que viene á reemplazar á la cifra correspondiente de un salario, como sucede con los números fugitivos de los relojes de nuevo sistema.
Y cada sonrisa del Hombre-Presupuesto es el augurio feliz de un item cuyo feto robusto arrancará el doctor Tagle de las entrañas de una silenciosa votación parlamentaria.
¿Qué es el Presupuesto para los que nada tienen que ver con alguna de sus partidas?
Un trozo literario tan insípido como la compulsa de los balances de un fallido, ó como la lectura imposible de la lista de ropa que un macho desconocido ha entregado á su lavandera.
Mas bien dicho, el Presupuesto impreso, es