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4] La regla expuesta en 2], no es de rigor en todos los casos: es decir que no pocas veces, el verbo que sigue a varios sujetos ligados por la conjunción y, en vez de concordar con el conjunto de los sujetos, no concuerda más que con uno de ellos: lo cual origina excepciones a la regla general, que afectan el número o la persona. Más abajo expondremos en a] las pri- meras, y en ¿] las segundas.
a] Un verbo, colocado después de varios sujetos ligados por la conjunción y, puede concordar en sin- gular conuno de ellos que pertenezca a dicho número, como se observa en el ejemplo que sigue: La sínmce- ridad y el amor a la belleza y a la justicia ha guiado nuestra pluma. (AZORIN, M. 79.)
Tal cosa puede suceder:
1.2 Cuando hay sinonimía, aunque sea nada más que intencional, entre los sujetos (G. DÉ DIEGO, G. 226.), circunstancia que viene como a reducirlos a un sujeto colectivo único. Ejemplos:
¿Quien creyera que lo habían de ser de los reyes, y que el poderío y grandeza había de tomar armas y mover guerra contra una tan humilde bondad? (Er. Luis, V. 188.) Qué cierto es que el paso y la obra que en Cristo no estriba y cuyo fundamento no es en él, no se adelanta ni se allega hacia el cielo. (Fr. Luis, N. 112.) Pues dice a Cristo David, que este rocío y virtud que formó su cuerpo y le dió vida. (FR. Luis, N. 80.) Antes ha rato ya que el nombre y esperanza de este fruto ha despertado en nuestro gusto golosina de el. (Fr. Luis, N. 60.) Pero, como decía, esta semejanza y conformidad se atiende en tres cosas. (FR. Luis, N. 33.)
