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Colegio de San Carlos, decimos corrientemente el Co- legio San José, el Colegio San Carlos, etc.
c] Tratándose de construcciones, debe emplearse el de, y es corriente emplearlo aún en América, a pesar de la marcada tendencia a suprimirlo en los casos que venimos estudiando; así se dice: el con- vento de San Francisco, la tglesía de Monserrat, el puente de Márquez, el hotel de Génova; y deben con- siderarse como galicismos el hotel Oriente, el hotel París, etc. En algunos casos, la omisión responde, no a galicismo, sino a la costumbre; ejemplo: el Puente Alsina. as
d] La palabra año, seguida de numeral cardinal, puede construirse siempre sin de: año 800; año 1291; etc.; pero pasando de »m:zl el numeral, puede añadirse de: el año de 1200.
5] Cuando varivs complementos con de, se refieren di- rectamente a un solo sustantivo, puede surgir la duda de si dicho vocablo forma con cada uno de ellos una idea dis- tinta, como repitiéndose; o de si, en cambio, todos los com- plementos se unen a él, como a un centro. Así, por ejemplo, cuando decimos: Ll ejército de Venezuela y de Nueva Granada, lo mismo puede entenderse que queremos hablar de dos ejércitos diferentes, uno de Venezuela y ctro de Nueva Gra- nada, que de uno solo «formado por Venezuela y por Nueva Granada», que es lo único que admite erróneamente Bello» (G. 843.) La misma duda surge, y esto Bello lo admite, plu- ralizando el sustantivo, y diciendo, por ejemplo: Zos ejércitos de Venezuela y Nueva Granada, lo cual puede significar lo mis- mo ejércitos pertenecientes a cada una de las naciones nombradas, o «varios ejércitos, a cada uno de los cuales hubiesen contribuido ambas repúblicas.» En suma, única- mente el contexto puede en estos casos aclarar el sentido,