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deficiente, en razón de aspirar los gramáticos a precep- tos exclusivos, incompatibles casi siempre con la va- riedad que ofrece el uso, y más aquí que en parte alguna. .
Nuestro esfuerzo en favor de la solución de las presentes dudas, seguirá otras sendas, las mismas, por lo demás, seguidas hasta aquí por nosotros: nos limi- taremos a ofrecer ejemplos debidamente distribuidos en las clases necesarias en nuestro concepto, y a de- ducir de ellos la correspondiente consecuencia.
3] Vamos a considerar, por lo tanto, los siguien- tes casos: 1.2 El complemento directo es un nombre propio de persona o ser, sin artículos ni adjetivos ; 2.2 es un nombre propio de persona o ser con artículo o adjetivo; 3.2 un nombre. propio de cosa, con o sin ar- tículos o adjetivos, 4." un apelativo de persona 0 de cosa sin artículos ni adjetivos; 5.2 un apelativo de persona con artículos o adjetivos; 6.* un apelativo que no se re- Jiere a personas, pero precedido de artículo o adjetivo.
Luego agregaremos algunos casos en que el uso de la preposición a en las condiciones expresadas, produce alteraciones de cualquier clase.
1 El complemento directo es un nombre propio de persona o ser, sín artículos ni adjetivos: en este caso es de rigor el uso de la preposición a como medio de régimen. Ejemplos: Lnxcargó a un amigo que ma- tase a Mariane, su esposa, si el César le matase a él. (LoPk, D. 116.) Siguen a Dios. (QUEVEDO, O. I, 147.) David pide a Dios que envie al mundo a Jesucristo. (Fr. Luis, V. 90.) Así Dios com justa causa pone a Cristo, que es su pastor, en medio de las entrañas del
