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e] Explicativas: (Caben a su respecto las mis- mas advertencias que se han hecho en 2, A, TI, 3, 4], al hablar de los complementos explicativos.)
La adquisición de la propiedad, que debe ser Una operación meditada y tranquila, se con- vierte de esta suerte en un verdadero fuego de azar. (N. AVELLANEDA, 7. 169.) Los reyes, que han co- nocido como nadie el secreto del poder, jamás fijaron su residencia en aldea o rincones solitarios de sus dominios. (ALBERDI, B. 161.) Un caballero, para divertir al rey, que asiste al espectáculo, suela de uma jaula una porción de ratones. (AZORÍN, M. 166.)
A esta clase pertenecen las oraciones aposilivas, semejantes a los apositivos, de que hablamos en 2, A, IL, 3, 3), y que pueden referirse no a una pala- bra, sino a toda una oración. Ejemplo: Comenzó a correr como un gamo, señal que debe de ser algún delincuente. (CERVANTES, citado por CEJADOR, G. 299.)
d] Directas:
Pero supongamos que os sometáis a Rosas. (ECHEVERRÍA, D. 97.) Estamos por saber todavía cuáles son las doctrinas sociales de muchos antagonistas de Rosas. (ECHEvERrÍa, D. 105.) Todo el mundo sabe, empero, que Libelo se llama un escrito calumnioso y difamador. (Íp. 246.) Los norteamericanos han comprendido que debía procederse de un modo contrario. (AVELLANE- DA, 7. 163.) Hemos visto cuán monstruosa era en 1848 la constitución de la propiedad. (Íp. 199.)