la tierra, como agora hacen, y se evitarán hartos pecados perniciosos, que hacen, y pegan á los Naturales, y aunque esto parece que tenga alguna dificultad entablarlo, y allanar á los Portugueses, se podría acabar.
»Lo cuarto, porque yendo de aquí el empleo, llega á esa ciudad por Navidad, y cada uno mete su hacienda en su casa, la apareja y ordena, y entonces, aunque las naos de Castilla vengan temprano, no se recibe daño como agora, que si vienen antes del empleo, se sube ciento por ciento la mercancía.
»Lo quinto, que podrían facilmente estar cargadas en todo Mayo, y gozar de los primeros vendabales, que algunas veces entran mediado Junio, y antes; y saliendo en este tiempo, van con menos riesgo, y llegarán mas de un mes, y aun dos antes á la Nueva España; y entonces, pueden de allá salir por Enero, y venir aquí por Abril, sin ningun riesgo, que de venir tarde se les sige entre estas islas, como sabemos.
»Lo sesto, se evitarían al tiempo del empleo hartos inconvenientes, como hay, los cuales sabe v. m. y para los vecinos, sería de menos trabajo; tambien para lo tocante á la carga y repartirla (es cierto), se podría hacer con mas orden, y se sabría á quien se ha de dar, y se remediaría mejor, para no dejar emplear dinero de Méjico, ni compañias: que sólo evitar esto con todo rigor, bastaría á prosperar á Manila en poco tiempo; porque, si solos los vecinos enviasen sus haciendas empleadas, cierto es, que toda la máquina del dinero de los de Méjico, habían de emplearla de la que de acá fuese; digo de Manila, si á ellos no les dejasen emplear en esa Ciudad; y yendo menos mercaderías de acá, y habiéndo allá mas compradores, valdría al doble la hacienda. Esto bien se ve, y sí como vs. mercedes han empezado á remediar esto, lo llevan con rigor muy adelante, se ha de prosperar mucho esa ciudad; pues no enviando á la Nueva España otra hacienda, sino solo la desa ciudad, mayormente, empleándola en esta