contra los Españoles, prometiéndose, habían de hacer en su tierra muchas entradas y ganancias, y así se puso su armada á punto, con dos principales, por cabezas que la gobernasen, de los prácticos del río de Mindanao, llamados Salí y Silonga: y por el mes de Julio, del año de noventa y nueve, con la mocion de los vendabales, salieron del río de Mindanao, en demanda de las islas de Oton y Panay, y sus vecinas, con cincuenta caracoas, y en ellas, mas de tres mil hombres de guerra, con arcabuces, campilanes, y carasas[1], y otras armas enastadas, y mucha versería; y pasando por la isla de Negros, fueron al río de Panay, y entrando por él, hasta la poblazon principal del dicho río, donde estaba el Alcalde mayor, y algunos Españoles, cinco leguas el río arriba, la saquearon, y quemaron las casas y iglesias, y cautivaron muchos naturales cristianos, hombres y mujeres y niños, haciendo en ellos muchas muertes, crueldades y daños; siguiéndolos con algunas embarcaciones, el río arriba mas de diez leguas, sin dejar cosa en pié porque el alcalde mayor y los que pudieron, se metieron la tierra adentro por los montes huyendo, y así tuvieron mas lugar los enemigos, para hacer lo que quisieron, y se salieron del río de Panay con su armada, dejando quemadas todas las embarcaciones que en él había, llenos de la ropa que habían saqueado, y de cautivos cristianos. Lo mismo hicieron en las demas islas y poblazones que pasaban, con que volvieron á Mindanao, sin que nadie les ofendiese, con mucho oro y ropa, y mas de ochocientos cautivos, sin los que dejaron muertos. En Mindanao partieron la presa, y quedaron de acuerdo, para el año siguiente, de hacer mayor Armada, y volver mas de propósito á hacer la guerra[2].
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