del Maluco, y confío en Dios, que he de ser soldado de V. S.
»No sé con que palabras encarezca, y dé agradecimientos á V. S. de cuantas mercedes me ha hecho; las cuales me fueron todas manifestadas, así por Antonio de Brito Fogaza, como por Tomas de Araux, mi criado; cosas son estas que no se pueden servir ni pagar, sino con arriesgar la vida, la honra y la hacienda, en todas las ocasiones que se ofreciesen, del servicio de V. S.; y ofreciéndose, entenderá que no soy ingrato á las mercedes recibidas, la mayor de todas, y lo que mas yo estimé, fué enviar V. S. con este socorro á Juan Xuarez Gallinato, y al señor don Tomas de Acuña, y á los demas capitanes y soldados, que para significar á V. S. el merecimiento de cada uno en particular, sería nunca acabar.
»Juan Juarez Gallinato es persona de quien V. S. debe hacer mucha cuenta, en todas las ocasiones que se ofreciesen, porque todo lo merece. En esta jornada y empresa, se hubo con tal satisfaccion, esfuerzo y prudencia, que bien parece es cosa enviada por V. S. y haber militado debajo de la bandera de tan insignes capitanes; y así, estimaré saber que V. S. (por los servicios que ha hecho á su Magestad en estas partes y á mi cuenta) le haga muchas mercedes. La cosa que mas estimé en esta empresa que es digna de quedar en memoria, es, quebrantando el proverbio de las viejas Portuguesas, en el discurso de esta guerra no hubo entre los Españoles y Portugueses una palabra mas alta que la otra, comiendo juntos en un plato; mas esto atribúyalo V. S. á su buena fortuna, y al entendimiento y esperiencia de Juan Juarez Gallinato.
»El señor don Tomas procedió en esta guerra, no como caballero de su edad, sino como soldado viejo y lleno de experiencia; deste pariente haga V. S. mucha cuenta, porque confío que será otro que su padre.
»El sargento mayor procedió en esta guerra, como