bor[1]. Hay cria de muchos ansares, como cisnes, y de ánades, y de palomas mansas, traidas de la China. Carne de monte en mucha abunduncia, como son venados y puercos jabalíes, y en algunas partes espines, muchos búfalos, que llaman carabaos, que se crían en los campos, y son muy bravos; otros hay mansos traídos de la China, de que hay mucho número, muy hermosos, que solo sirven para el regalo de la leche que es mas gruesa y sabrosa que la de vacas.
Críanse cabras y cabritos, aunque con la humedad de la tierra no son de buen sabor, y enferman y se mueren por esta causa, y porque comen algunas yerbas venenosas. Ovejas y carneros (aunque muchas veces se han llevado de la Nueva España) nunca multiplican y así no hay este ganado[2], porque el temple y pasto hasta agora no ha parecido apropósito. Caballos, yeguas y jumentos no había en las islas, hasta que los Españoles los hicieron traer de China, y los llevaron de Nueva España. Jumentos y mulas hay muy raros, pero caballos y yeguas, hay buena cantidad, y algunas estancias se van poblando dellos, y los que nacen allí que son (los mas) mestizos, salen buenos, y de buenos colores, y bien acondicionados y hacedores, y medianos de cuerpo. Los que se traen de China son pequeños, muy recios y de mucho paso, traidores, rijosos y mal acondicionados. Del Japon se traen algunos caballos de buenos colores, y de buen cuerpo, mucho cabello y cernejas y grandes cañas y manos, que parecen frisones, las cabezas algo grandes, duros de boca, poco corredores, pero buen paso, y animosos y de buena determinación. El pienso de los caballos es verde de camalote[3] todo el año, y arroz, en cáscara, que los tiene muy gordos.