Página:Traducciones - Leopoldo Díaz (1897).pdf/42

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 36 —

Huyen las alimañas, los lagartos
Cuyas escamas en la yerba brillan,
Y los reptiles que en la espesa fronda
Se calientan al sol del mediodía.
En un sitio del bosque donde nunca
Penetra el rojo sol, allí reclina
El jaguar su cabeza en una roca;
Pasa el áspera lengua humedecida
Por sus potentes manos; luego entorna
Sus ojos soñolientos y dormita.
En la ilusión de sus inertes fuerzas,
Hace mover su cola estremcecida
Batiéndose los flancos; después sucña
Que en medio de las verdes y escondidas
Florestas mudas, las filosàs garras,
Con sorprendente rapidez felina
Hunde en la carne de los recios toros,
Que mugiendo, en tropel se precipitan.