Esta página ha sido corregida
ULALUME
A Eduardo Schiaffino.
El cielo estaba gris, mustias las hojas,
Encogidas las hojas y abrasadas.
Era, del solitario mes de Octubre,
Noche sombría, en época lejana,
Próximo al lago de Áuber, en la obscura
Tierra de Weir, brumosa y encantada —
Junto al ciénago de Áuber, en la triste
Región de Weir, vampírica y extraña.
Por la inmensa avenida silenciosa
De cipreses titánicos, vagaba —
Por la inmensa avenida de cipreses,