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Página:Traducciones poéticas (Rafael Pombo).djvu/152

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Tal mírase al extremo de la temblante rama
Posar la limpia gfota que el céfiro embalsama
Y do amoroso el cielo a reflejarse va.

Mas sacudid el árbol: la rama se alborota,
Y tiembla y lucha en vano la cristalina gota....
Perla antes de caída, tan solo fango ya.

La culpa es nuestra: es tuya, ¡oh rico! que cobarde
En la hora de la angustia, con insolente alarde
Robas, ¡ay! lo que tu oro no pagaría jamás.

Mas ¡ay! agua bien pura encierra todavía
El turbio fango; aún puede la virgen luz del día
Brillar en esa gota que hollamos hoy quizás.

¡Oh regeneración! ¡de Dios mimado arcángel!
Tú sabes devolvernos en todo su esplendor
Perla otra vez la gota, la hermosa otra vez ángel,
De luz con sólo un rayo, con un rayo de amor.

Nueva York, octubre: 1860.

15 DE FEBRERO DE 1843
(Víctor Hugo).


¡Adiós! — Ama al que te ama, y sé por él dichosa;
Nuestro tesoro has sido, sé el suyo: hazlo feliz.
Vé, hija mía bendita, del un hogar al otro.

Llévate allá el contento, y deja el tedio aquí.
Aquí por ti sollozan, allá por ti suspiran,
Que aquí das pesadumbre, y allá esperanza das.
Niña, ángel, hija, esposa, has tu deber, hoy doble
Sales de aquí llorando, entra sonriendo allá.


LA TRISTEZA DE OLIMPIO
(Víctor Hugo).


¡Aquí otra vez!.... Me trajo mi acongojado pecho
A ver si algo del néctar el cáliz le guardó.
¡Oh valle que saludo con lágrimas! ¿qué has hecho
De tanto que en tu seno mi corazón dejó?