Página:Traducciones poéticas (Rafael Pombo).djvu/153

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 113 —

¡Qué poco tiempo basta para mudarlo todo!
Natura indiferente, iqué pronto olvidas tú!
¿Porqué cortar los hilos que en misterioso modo
Te unen a nuestra dicha y a nuestra gratitud?

¿Hemos ya muerto acaso? ¿Ya hubimos nuestra hora,
Y nunca, nunca vuelve la que una vez partió?
....Alegre el viento ríe mientras Olimpio llora,
Y nuestra casa al verme oi sabe quién soy yo.

Hoy ya pasarán otros por donde ayer pasamos;
Ayer fue nuestro turno, su turno llegará;
Y aquel paisaje hermoso que alegres bosquejamos,
Ellos van a seguirlo, y no lo concluirán.

Que aquí nadie termina lo que soñó halagüeño;
Y el más afortunado, como el más infeliz,
Todos al mismo punto despiertan de su sueño:
Vemos aquí el principio, ¡quién sabe dónde el fin!...

Vendrá otro par, iguales en candor y en pureza.
A este remanso rústico de arrobamiento y paz,
A saborear el néctar de la Naturaleza,
El amor con su magia, con su solemnidad.

Nuestras queridas sendas, revueltas y sombrosas,
Tu bosque amada mía, extraños ojos ven;
¡Otras mujeres vienen a divertirse ociosas
En revolver las aguas que han tocado tus pies!

¿Fue tanta dicha un sueño? ¿fue tanto amor mentira?
¿No queda de nosotros ni un eco blando y fiel
Aquí, Naturaleza, donde en tu inmensa pira
Con llamas y con lágrimas fundimos nuestro ser?

Decidme, ¡oh verdes copas de nidos y de arrullos!
¡Suspiradores céfiros, arroyo gemidor!
¿Murmuraréis para otros vuestros dulces murmullos?
¿Concertaréis para otros vuestra canción de amor?

¿Seréis tan insensibles que cuando ya nosotros
Durmamos el gran sueño de tantos sueños fin,
En apacible fiesta continuaréis vosotros
Así sonriendo siempre, cantando siempre así?

Al verme aquí vagando con plantas silenciosas
Como una sombra de alguien que os visitaba ayer.
¿No me diréis alguna de aquellas dulces cosas
Que oye un amigo viejo que al fin se vuelve a ver?

Traducciones - R. Pombo - 8