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Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo II).djvu/52

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Sófocles

Abandóname, pues.

Tranquilízate.

SÓFOCLES

Voy á hacer de buen grado lo que me pides. Vamos, tornemos á la nave, cada uno al lugar que le corresponde.

Te conjuro, por Zeus que venga á los suplicantes, no te vayas.

¿Por qué gritas?


¡Oh extranjeros, quedaos, por los Dioses!


¡Ay! ¡ay! ¡Dios! ¡Dios! ¡Yo muero, desdichado! ¡Oh_pie, pie! ¿qué haré de ti en esta vida miserable? ¡Yo os conjuro, volved, oh extranjeros!

¿Qué hemos de hacer? ¿Será lo contrario de lo que ya hemos hecho por tu orden?

Es digno de perdón quien delira al hablar, combatido como se ve por una tormenta de dolores.

Ven, pues, ¡oh mísero! como te hemos aconsejado.