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Sófocles

¿En qué has faltado á tu misión?

Teucro prohibía que Ayax saliese de su tienda antes de que él mismo estuviese aquí.

Se ha marchado, pero con mejores designios, á fin de sacrificar su cólera á los Dioses.

Esas palabras están llenas de demencia, si Calcas ha pro—fetizado sabiamente.

¿Qué dice, pues, y qué ha manifestado sobre la partida de Ayax?

No sé mas que esto, habiendo estado presente yo mismo.

Calcas, habiendo salido, sin los Atreidas, del círculo en que los reyes deliberaban, y habiendo puesto familiarmente su mano derecha en la mano de Teucro, le dijo y le recomendóque retuviese á Ayax en su tienda, por todos los medios, mientras el sol luciese, y no le dejará escaparse de ella, si quería volverle á ver vivo. Y era hoy solamente, á lo que decía, cuando la cólera de la divina Atena debía perseguir á Ayax. Y el adivino decía también que estos hombres de una talla muy alta eran precipitados por los Dioses en terribles calamidades, porque, siendo hombres, no piensan como conviene á hombres. Desde que abandonó sus moradas, manifestó su demencia no escuchando los prudentes consejos de su padre. Y éste le dijo estas palabras: «Hijo, trata de vencer por medio de tus armas, pero siempre con la ayuda de los Dioses.» Y él respondió arrogante y estúpidamente: «Padre, con la ayuda de los Dioses de nada puede conside-