DEL GOBIERNO DE LOS PRINCIPES, l del sentido de los dichos de los Sabios , no dieron por premio al Príncipe el honor y la gloria , porque á ello se deba enderezar su intención principalmente , sino , por- que es mas tolerable , que procure esto , que no los de- leytes ó riquezas j porque este vicio es mas cercano á la virtud , siendo así , que esta gloria , que los hombres de- sean , no es otra cosa, sino un buen juicio y opinión , que los otros tienen de ellos. La ambición de gloria algún ras- tro tiene de virtud ; pues por lo menos procura apropin- quarse á los buenos , y huye de desagradarlos : y pues es así, que pocos llegan á alcanzar, las verdaderas virtudes, parece mas tolerable , que sea preferido en el gobierno, el que á lo menos, temiendo el juicio de los hombres , se aparta de los males manifiestos. Porque , el que desea glo- ria y fama , procura la aprobación de los hombres por el verdadero camino y por obras de virtud , ó á lo menos con dolo y con engáño ; pero si , el que desea ser señor, carece de este deseo , y no teme, parecer mal, á los que juzgan bien , procura alcanzar , lo que ama con muy des- cubiertas maldades. De donde nace , que sobrepuja á las bestias en los vicios de crueldad ó de luxuria , como se vio ei Nerón César , cuya Juxuria dice S. Agustín, que fué tal , que ningún exceso de ella le avergonzaba j y que fue tanta su crueldad , que en ninguna cosa del mundo usaba de blandura, y esto lo significa bien, lo que dice Aris- tóteles en sus Ethicas del varón magnánimo, diciendo: Que el tai no procura el honor y la gloria, como cosa tan gi an- de, que sea suficiente premio de la virtud , sino que no Yte.te.nde otra cosa de los hombres , porque entre las co- sas de la tierra , la de mas estima es , tener un hombre entre los demás opinión de virtuoso. E CA* Digitized by Google
