Página:Tres cuentos - G. Flaubert (1919).pdf/51

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
49
 

bosques, a los treinta y seis años, de pronto, por inspiración divina, había descubierto su verdadero camino: ¡el registro!, y mostraba tan altas facultades, que un perito le había ofrecido una hija suya, prometiéndole su protección.

Pablo, convertido en hombre serio, la llevó a casa de su madre.

Ella denigró las costumbres de Pont—l'Evêque, se dió aires de princesa, ofendió a Felicidad. Cuando se fué, la señora Aubain sintió un gran alivio.

A la semana siguiente se supo la muerte de M. Bourais en una posada de la baja Bretaña. Pronto se confirmó el rumor de un suicidio; surgieron dudas acerca de su probidad. La señora Aubain estudió sus cuentas, y no tardó en conocer la letanía de sus maldades: malversación de atrasos, venta simulada de maderas, recibos falsos, etcétera. Además tenía un hijo natural y "relaciones con cierta persona de Dozulé".

Estas infamias la afligieron mucho. En el mes de marzo de 1853 fué acometida de un dolor en el pecho; parecía tener la lengua cubierta de humo; no se calmó la opresión con las sanguijuelas, y a la novena noche murió, de edad de setenta y dos años.

No la creían tan vieja, sin duda por los cabellos oscuros que rodeaban a uno y otro lado su cara pálida, señalada por la viruela. Pocos amigos la sintieron, porque su trato era de una sequedad que alejaba.

Tres cuentos
4