Página:Una traducción del Quijote (2).djvu/7

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deciros yo mismo, que abrumado de ocupaciones como estoy, no me es posible encargarme de una nueva lección.

Y dichas estas palabras, saludó y salió de la estancia dejando al Príncipe estupefacto.


IV.

¿Qué causas habian motivado esta súbita resolución de Miguel? Y decimos súbita, porque desde el dia anterior, hasta el momento de presentarse al Príncipe, el enamorado jóven, si bien después de muchas vacilaciones, determinó acceder al deseo de María, lo cual le proporcionaba una dicha que él ni siquiera podia imaginar. Con tal propósito salió de su casa, con el mismo entró en la del Príncipe, y atendiendo á estas razones, parece inexplicable su conducta.

Tal vez los modales poco corteses del Príncipe y su tono un tanto altivo, hirieron la orgullosa fibra de nuestro héroe; acaso á estos motivos se unió algún penoso recuerdo. ¡Quién sabe! El hombre llegará á sondar las mayores profundidades del Océano, mas nunca las del humano corazon.

Lo cierto es que Miguel salió del palacio de Lucko en un estado que renunciamos á describir.

El Príncipe, sin darse cuenta de la brusca desaparición de aquél, trasmitió á su hija las palabras del jóven maestro de idiomas, y la propuso hacer avisar á otro.

— No, por ahora no, —dijo María;— estos dias no tengo gusto para nada.

Y cuando se halló sola, inclinó la cabeza sobre el pecho, como la flor dobla su tallo al sentir la influencia del ocaso del sol.

Desde aquel dia la Princesa vivió, digámoslo así, automáticamente. Se dejaba vestir, paseaba y asistía al teatro, por no contrariar á su padre, y con una indiferencia casi estúpida. Experimentaba los síntomas de esa absorción febril, clasificada por la ciencia, que es la voluptuosidad del padecimiento. La desesperación tiene también su éxtasis, y nada hay más peligroso que el corazon que se resigna al dolor, y por consiguiente á la muerte

Las cosas que pasaban á su vista se la figuraban lejanas, y aunque comprendia el conjunto, no se daba cuenta de los pormenores; era como un sonambulismo triste.